Luis Francisco Arias B.
LA PATRIA | Manizales
Pedro Marí Mayo es un español de 55 años, de pelo entrecano y cejas negras, que viene por primera vez a Manizales, pero que cada vez que escucha nombrar esta ciudad se llena de emociones y recuerdos, sobre los cuales podría hablar durante tardes enteras.
Ser el único hijo que sobrevive del músico valenciano Juan Marí Asins, autor de la música del pasodoble Feria de Manizales (la letra es del poeta Guillermo González Ospina) lo hace depositario de las raíces de esa melodía que se escucha durante todo el año no solo en la capital caldense, sino en Colombia entera y en muchas partes del mundo.
Desde varios años atrás Pedro venía pensado en viajar a disfrutar de esta ciudad colombiana de la que tanto hablaba su padre, para la que compuso el pasodoble en 1956 por solicitud de Óscar Hoyos Botero, y que el músico llevó hasta su propia tumba. “Mi padre murió el 3 de agosto del 2006, a los 77 años, y un deseo suyo fue que en su lápida se estamparan los primeros compases del pasodoble Feria de Manizales”.
En el mármol grisáceo se observa un pentagrama con su clave de sol y una serie de corcheas, semicorcheas y otras figuras musicales, correspondientes a la melodía inicial del inmortal pasodoble, que en el Festival Taurino del pasado jueves sonó tres veces, cuando las máximas emociones se tomaron los tendidos, ante las faenas magistrales de algunos toreros que, como Luis Bolívar, se destacaron esa noche.
Para Pedro ese fue un momento que es imposible narrar con palabras. Al recordarlo sus ojos se humedecen de emoción y hay un amague de voz entrecortada. Cuenta que fue la primera vez que le tocó escuchar tantas veces la obra de su padre en la Plaza de Toros de Manizales. “La verdad es que sientes un orgullo enorme, una explosión de sentimientos, una gran cantidad de emociones y alegría casi imposible de describir”.
Para Pedro, que en su vida rutinaria en España se dedica a las finanzas, lo musical de todos modos lo lleva en la sangre, y la noche del Festival estuvo al lado de la Banda Municipal, dirigida por el maestro Carlos Arturo Marín, y le tocó escuchar el memorable pasodoble con toda su intensidad. “Eso es aún más explosivo. Yo me levantaba inmediatamente en pie y disfrutaba muchísimo”.
El hijo de Juan Marí Asins también quedó muy impactado por toda la ceremonia que se vivió en la Plaza de Toros al comienzo del Festival. “Eso es algo que hay que verlo para poderlo entender. Nunca había visto una plaza en la noche con esos farolitos, la suelta de globos y la virgen dando la vuelta al ruedo…, no es fácil explicar todo eso”.
Para la memoria
Además de disfrutar de Manizales por estos días, lo cual logró a sus anchas, Pedro tiene en mente que en la capital de Caldas haya un lugar en el que sus ciudadanos puedan tener un contacto directo con el legado de su padre.
Por eso, junto al locutor manizaleño Duvier Cardona, quien vive en España, desde hace unos cinco años piensa en un acto especial que se haga en Manizales para entregar las partituras originales, ya amarillentas, del pasodoble, escritas a mano por el maestro Marí Asins, y que queden expuestas para siempre en una especie de vitrina en la que también se lea toda la historia de esa melodía.
“El 3 de enero me reuní con el alcalde Octavio Cardona, quien se mostró muy dispuesto a que en la próxima Feria o en otro momento se haga ese acto solemne, para que la obra de mi padre, de su puño y letra, esté en el lugar en el que debe estar, que es Manizales, que para mi padre era como su segunda ciudad, o hasta su propia ciudad, porque cada vez que se le mencionaba se mostraba henchido y orgulloso”.
Tanto o más que como hoy se siente Pedro cuando no solo escucha la versión original del pasodoble compuesto por su padre, sino las numerosas variaciones que se le han hecho. “He oído diversas modalidades, de discoteca, electrónica, de bandurria… y quedo asombrado de la gran aceptación que tiene en todos los públicos. Eso demuestra que es un pasodoble casi universal”.
En próximos días Pedro regresará a Catarroja (Valencia), a unos 8.400 kilómetros de Manizales en línea recta, donde están las raíces del talento de su padre. Desde allí seguirá planeando cómo concretar esa idea que, después de muchos años de pensarlo, hace poco lo llevó a decir: “Mi viaje a Manizales del 2018 no pasa”.
Más que partituras
Además de las partituras de puño y letra del maestro Juan Marí Asins, el propósito de su hijo es que en Manizales puedan exhibirse los álbumes musicales originales en los que está incluido el pasodoble Feria de Manizales (estrenado en esta ciudad el 26 de enero de 1956), premios y reconocimientos recibidos por el músico, instrumentos originales de la banda El Empastre, álbumes fotográficos de la banda relacionados con su presencia en la capital de Caldas, réplica de la lápida del músico con las notas grabadas de la melodía e innumerables recortes de prensa en los que se habla del pasodoble, de la banda y de la Feria de Manizales.
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