Habitantes de calle, a ritmo de papayera en el barrio San José

LA PATRIA | MANIZALES

Los habitantes de la calle llegaron el jueves por la mañana a la Estación de Policía del barrio San José, de Manizales, dispuestos a disfrutar la Navidad y a pasar un rato de aparecimiento.

Algunos traían costales repletos de reciclaje, lucían pelo y barba larga y ropa sucia y rota. Se bañaron, los motilaron y afeitaron, cambiaron de ropa y pasaron al comedor a disfrutar al ritmo de la papayera del Batallón Ayacucho un delicioso chocolate caliente con pan.

Sobre la mesa había unos carteles con mensajes alusivos a pasajes bíblicos, escritos por los discípulos de Emaús.

Carlos Alfonso Méndez, coordinador de la Unidad de Protección a la Vida, dijo que hubo misa, almuerzo y durante cuatro horas de la actividad dejaron de pensar en el consumo de sustancias psicoactivas.

Roger Estiven Aricapa vive en la calle desde los 11 años, tiene 30. Contó que es carnicero y estudió hasta octavo en el Liceo Mixto Malabar, también sabe de construcción. Pide de regalo que Dios le dé el valor para dejar de consumir vicio.

En la Unidad de Protección todos los viernes realizan una brigada de autocuidado y cambio de ropa. En la oficina de protección, los atienden las 24 horas.

El pasado fin de semana repartieron 900 regalos entre los niños vulnerables del barrio San José y sectores aledaños, donados por benefactores.

La Unidad de Protección a la Vida de la Alcaldía de Manizales les brindó aseo y peluquería a los que asistieron a la integración navideña.