LISET ESPINOZA
LA PATRIA | MANIZALES
A Ganya, una perra criolla, le alcanzaron a abrir el abdomen para hacerle, por segunda vez una esterilización. Cuando los veterinarios se dieron cuenta que ya había sido operada, nos les quedó más que volver a suturar.
Lo que dicen en la veterinaria es que a Ganya la confundieron con otra paciente.
La perrita tiene tres años y su dueña, Gloria Cardona, la llevó a la veterinaria Huella Amiga, ubicada en el barrio Malabar, para que le cortaran las uñas, desparasitaran y vacunaran. Al recogerla notó que la habían operado.
Los hechos ocurrieron el pasado 14 de agosto. "La dejé con su carné y me dijeron que fuera por ella en una hora. Reclamé, después aceptaron que habían cometido un error al confundirla con otra perra", dijo Cardona.
Agregó que no pagó por el procedimiento y que el veterinario se comprometió a estar pendiente del animal, pero no lo hizo.
Denuncia
Dos días después, Gloria denunció el caso en la Fiscalía por maltrato animal. El 25 de este mes ambas partes fueron citadas a conciliar, según Gloria, el veterinario Jaime Alberto Osorio se exaltó y manifestó que no respondería. El caso sigue en investigación. "Me gasté por lo menos $500 mil con ella, además de los medicamentos sume los pasajes y el tiempo", explicó la afectada.
Mala comunicación
Osorio dijo que todo fue un mal entendido. Ese fin de semana realizaron una jornada de esterilización en la veterinaria y recibieron unos 15 animales. Según él, el error fue tanto del personal como del dueño del animal.
Afirmó que el 13 de agosto se programó una perra para esterilizar, pero como había más animales, la dueña optó por llevarla al día siguiente.
"Todo fue por mala comunicación. Ese domingo llegó una mujer y dejó una perra. La persona encargada de recibirlos pensó que era el animal programado para la cirugía, pero en realidad era Ganya, cuya dueña la dejó sin decir nada. Ese fue el mal entendido. Se anestesió y en medio de la cirugía nos dimos cuenta que ya estaba esterilizada", expresó.
Aseguró que en las hembras es difícil notar si están operadas. La piel cicatriza bien, lo que dificulta identificar alguna cirugía pasada.
"En una operación el animal se deja y se entrega tres horas después. Una vacuna no, se entrega ahí mismo, hasta el dueño ve", explicó.
Añadió que al contar lo ocurrido se formó la discusión y por ello los dueños de Ganya llamaron a la Policía. La veterinaria se comprometió a entregar el animal sano y a estar pendiente de su recuperación.
"Le dimos los medicamentos para hacerle las curaciones y que la herida no se infectara. No cobramos. El fin de semana pasado nos llevaron a la perra porque la herida estaba fea, pero la revisamos y estaba bien", concluyó.
Dato
El Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Colombia, con sede en Bogotá, es el encargado de regular, investigar y sancionar los procedimientos de los veterinarios.
Cuidado
Juan Camilo Castañeda, médico veterinario y zootecnista, expresó que no había riesgo con Ganya porque no había nada qué retirar. "Se deben tener precauciones después de la cirugía y ser juicioso con el antibiótico".
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