Andrés Rodelo
LA PATRIA | Manizales
La intensidad académica de la universidad termina por obligar a los estudiantes a buscar alternativas para alimentarse. Las clases a primeras horas de la mañana y a mediodía (usuales en muchos programas) desestabilizan los rituales del desayuno y almuerzo de la época colegial, en donde la flexibilidad horaria y los servicios de restaurante garantizan que un alumno disfrute de un alimento balanceado, ya fuera desplazándose hasta su casa o permaneciendo en la institución.
Buscar comida es la única opción cuando empiezan a 'sonar las tripas', diciéndolo en términos coloquiales. Pero, ¿qué comen los universitarios cuando no pueden ir a sus casas? Esta fue la pregunta que respondieron 14 de ellos.
Universidad Nacional
Andrés Parra, tercer semestre de Administración de Empresas
Empanadas, dedos de queso, perros calientes y hamburguesas. Prefiero estos alimentos para comer rápido y ahorrar dinero.
Mariana Vargas, quinto semestre de Ingeniería Industrial
Si puedo prever que debo quedarme en la universidad me preparo un emparedado el día anterior. Siempre trato de que sea un almuerzo saludable. Las papas no me llaman la atención.
Ivonne Juliana Rodríguez, tercer semestre de Administración de Empresas
Emparedados, dedos de queso, patacones con carne, empanadas y arepas. Antes compraba el almuerzo en la universidad, pero no puedo hacerlo todos los días porque me sale muy caro.
Universidad de Caldas
Érika Paola González, cuarto semestre de Artes Escénicas
Cosas que no debería comer como empanadas, gaseosas y dulces. Aunque es por el afán de las clases y la economía.
Andrés Felipe Dorado, primer semestre de Ingeniería de Alimentos
Empanadas, arepas y frituras. Lo hago para comer rápido porque tengo clases seguidas en la mañana y en la tarde.
Universidad de Manizales
Juan Pablo Murillo, octavo semestre de Psicología
Me tomo un tinto y me fumo un cigarillo. Con eso paso el día. Si tengo plata me compro un almuerzo ejecutivo.
Martín Jaime Corrales, segundo semestre de Medicina
Me compro un jugo y unas papas fritas. No me puedo dar el lujo de comprar un almuerzo ejecutivo todos los días.
Lorena Castellanos, cuarto semestre de Mercadeo
Pasteles de hojaldre, frituras y emparedados. No me gusta el almuerzo de la universidad porque sabe a comida de hospital. Los miércoles y los jueves me toca almorzar aquí porque tengo clases.
Universidad Autónoma de Manizales
Nicolás Palacios, tercer semestre de Odontología
Empanadas, buñuelos y arepas. Así no pierdo tanto dinero. Contadas veces me compro un almuerzo ejecutivo.
Ana María Patiño, primer semestre de Ingeniería Biomédica
No como nada, en algunas ocasiones. En otras: maní, fruta o pastel de pollo. La plata no alcanza para comprar almuerzos ejecutivos todos los días.
Santiago Delgado, primer semestre de Negocios Internacionales
Comida chatarra y frituras. Las hamburguesas y los perros son mi alimento favorito cuando no voy a la casa.
Universidad Católica de Manizales
Juan Felipe Ceballos, quinto semestre de Ingeniería Ambiental
Toca comer algo sencillo porque no tengo tiempo entre clase y clase. Prefiero las hamburguesas, los perros calientes y un pastel con alguna bebida.
Diego Hernán Parra, noveno semestre de Arquitectura
Procuro comprar un almuerzo ejecutivo porque así quedo bien el resto del día. Si me como una empanada o un pastel me vuelve a dar hambre.
María Camila Buitrago, cuarto semestre de Ingeniería Ambiental
Pasteles de pollo y comida chatarra. No compro almuerzos ejecutivos porque tengo poco tiempo a mediodía.
Les conviene a los vendedores
Danilo Guarín, cuarto semestre de Administración de Empresas
Vendo emparedados a algunos estudiantes que no pudieron desayunar en la casa. Otros lo guardan para el almuerzo.
Albert Johnny Córdoba, cuarto semestre de Ingeniería Ambiental
Cuando los estudiantes no van a almorzar a la casa noto un aumento en las ventas. Eso me genera más dinero.
Habla nutricionista
Diana Cañón, nutricionista de la Dirección Territorial de Salud de Caldas, dijo sobre el sondeo que "La comida chatarra les quita el hambre, pero no cumple la función esencial que es nutrir. Estos hábitos pueden acarrear, eventualmente, alto colesterol y obesidad, dos problemas de salud que aquejan a la población de nuestro país. Lo peor es que esta manera de alimentarse debe ser corregida, pues suele persistir con el tiempo, agravando la salud de las personas".
Cañón añadió que "si no hay más remedio que quedarse en la universidad al mediodía, el consejo es buscar un alimento balanceado. Frutas y verduras es lo que recomiendo".
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