Entre protestas oró el Procurador en la Universidad de Manizales

Felipe Motoa Franco

Manizales| LA PATRIA

Fue una tarde de polémica en la Universidad de Manizales. Como protagonistas el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordónez, y un puñado de universitarios que no se aguantaron las ganas de "cantarle la tabla". Todo ocurrió en medio de una jornada académica de derecho penal.

La intervención de Ordóñez estaba programada para las 2:00 de la tarde en el aula máxima de la institución, pero a las 2:05 no había rastro del funcionario. Solo agentes de Policía en varios puntos y la espera de los estudiantes de Derecho en el auditorio. También un grupo de al menos 30 jóvenes críticos que a punta de marcador y cartulina pulían sus carteles de protesta.

El grupo Revélate contra el Procurador Ordóñez surgió en Facebook el jueves anterior. Paula Cárdenas, estudiantes de comunicación social en la Universidad, chateaba con un amigo y al enterarse de que el funcionario visitaría la institución, decidió aventurar una invitación por la red social para elevar protestas cuando este llegara. Se corrió la voz y 66 personas aceptaron la convocatoria. 20 más dijeron que tal vez lo harían.

A las 2:20 de ayer terminaron los afiches, empacaron todo en los morrales y marcharon hacia el aula. "Guarden las cosas para que no les pongan problema para entrar", advirtió Paula. Una fila de interesados en la oratoria esperaba para ingresar. Se les unieron los protestantes, quienes lucían tranquilos. Ahí arribó el Procurador, custodiado por cinco agentes policiales y uno más con escudo antidisturbios. Tímidas voces se oyeron: "Hitler", dijo alguien. "Fascista", añadió otro.

Caminó hasta el proscenio y allí fue abordado por los periodistas (ver recuadro Responde el Procurador). Pasó a la mesa central y se iniciaron los actos protocolarios, frente a unas 400 personas. Accedió al micrófono.

La protesta

"Los funcionario públicos tenemos unas obligaciones y el Estado, amparado en la Constitución de 1991, tiene mecanismos para garantizar el interés general y que esos funcionarios cumplan con las normas disciplinarias. La Procuraduría, que nació en la Constitución de 1830, es por tradición quien ha hecho cumplir la disciplina", ilustra el jefe del Ministerio Público. En torno suyo, al menos 14 uniformados y agentes de civil vigilan que no haya desmanes.

A 15 metros, los muchachos de Revélate son un grupo camuflado. Esperan el momento adecuado. Hay nerviosismo. Se nota cuando se dicen secretos al oído, hacen ademanes, miran atrás y al orador. Justo detrás de Ordóñez, un escolta de blázer y corbata se huele que algo va a pasar: llama a otro agente y con la cabeza le señala el grupúsculo. Más policías se acercan y arman un cordón en torno a los muchachos. Dos, cuatro, seis, ocho policiales.

"Desde 1991 hasta hoy se ha sancionado a más de 10.000 funcionarios públicos y de estos más de 2.000 eran de elección popular", precisa Ordóñez, en el momento exacto en que Paula y otro se suben en las sillas, armados de carteles, y alegan: "¡Ordóñez, fascista, usted es el terrorista! ¡Ordóñez, fascista, usted es el terrorista!". Los demás elevan sus afiches y los policías se meten para arrebatárselos, hay forcejeos, rechifla, empujones vienen y todos en el recinto leen: "Procurador, esto es un Estado laico, no apostólico ni romano", "sí al matrimonio homosexual", "Petro no se va. Procura no abusar de tu poder".

El blanco de la protesta es cubierto por uniformes verdes y un escudo. Se cruza de manos, alarga el cuello y sobre el hombro de sus custodios atestigua el episodio: dos jovencitas muy envalentonadas, aupadas por sus compañeros "de lucha", emiten sendos gritos y luego "mmmua": tremendo beso al calor de la protesta. Él sonríe, en actitud sarcástica. Transcurren cinco minutos, Ordóñez se retira y los manifestantes son evacuados. Al cabo de diez minutos él retorna y es recibido con aplausos por quienes lo respaldan: "Son gajes de mi trabajo", sentencia, antes de proseguir con su intervención.

Responde el Procurador

En su visita a Manizales, Alejandro Ordóñez se pronunció sobre las denuncias por presunto fraude electoral en las pasadas elecciones al Congreso. También se refirió al crimen del subdirector de LA PATRIA Orlando Sierra en el 2002.

-¿Qué posición va a tener la Procuraduría frente a las denuncias sobre las elecciones?

La Procuraduría no es una autoridad electoral, pero los ciudadanos de diversos partidos han acudido a manifestar sus preocupaciones con los comicios. Estamos prestos para lograr que las impugnaciones sean tramitadas cuando tengan fundamento legal, para que haya mayor transparencia y se proceda al reconteo de votos cuando sea necesario.

-En el caso del representante de la campaña del senador Mauricio Lizcano que al parecer incurrió en constreñimiento al elector en Marmato, ¿qué opinión tiene?

Estos días deberá investigarse por las autoridades penales y disciplinarias.

-¿Cuál es su posición frente a la absolución, en primera instancia, de Ferney Tapasco en el asesinato del subdirector de LA PATRIA Orlando Sierra?

La Procuraduría intervino en las instancias correspondientes e hizo las solicitudes bien conocidas por la sociedad caldense, incluso apoyó las impugnaciones que se hicieron (a la absolución).

-Usted es crítico del Marco Jurídico Para la Paz.

Sí, por supuesto. Se ha llevado el tema a la Corte Constitucional porque elevar crímenes de lesa humanidad a crímenes de guerra, conexos al delito político, sería desconocer los derechos de las víctimas, de la sociedad y los tratados internacionales. La paz con impunidad no garantiza una paz sostenible.

-¿Entonces cómo llegar a acuerdos sin impunidad parcial?

Pues llegando a acuerdos constitucionales. Hay que advertir los riesgos que corre la sociedad frente a la impunidad total que exigen las Farc.