En un albergue, lo complejo es la convivencia

RICHARD AGUIRRE

LA PATRIA | MANIZALES

Yuliana Cardona, de 18 años, vive con su hija de 8 meses y un hermano en el barrio Sierra Morena. Los desalojaron preventivamente la semana pasada y estuvieron hasta ayer en el albergue del Instituto Manizales, donde anoche permanecían 31 familias, según la unidad de Gestión del Riesgo.

Ayer los autorizaron para regresar a su casa. Mientras su hija dormía, Yuliana comentó cómo vivió allí durante esta semana. "No tengo quejas, la atención fue excelente y no nos faltó nada, pero sí hubo dificultades con el aseo, en ocasiones algunas personas no ayudaron y hubo pequeños choques".

La convivencia también fue compleja, aunque en el salón donde ella durmió permanecieron con vecinos del barrio. "Fue un poco más fácil, porque son personas que conocemos, pero sí fue difícil para otros".

Momento crítico

La mañana del pasado lunes fue el momento más crítico. Según Yuliana, el rector del Instituto Manizales, Francis Otero, llegó al colegio y hubo una discusión por el aseo del plantel, lo que generó que una mujer amenazara con lanzarse desde el cuarto nivel de la institución. Algunos lo atribuyeron al estrés que han vivido.

Leonora Díaz, coordinadora de este albergue, indicó que la mujer había tenido varias crisis desde la semana pasada, por lo que fue atendida psicológicamente. "Hemos tenido momentos críticos, pero el acompañamiento ha sido clave". LA PATRIA llamó al rector para conocer su versión de los hechos, pero no respondió las llamadas.

Consejos profesionales

La psicóloga Camila Quiñones señaló que lo principal en estos casos es el acompañamiento permanente, la terapia con los damnificados e incluir a su familia, para que la atención sea más efectiva. "Hay que tener en cuenta la posición del otro, si dentro de esta pérdida se encuentran familiares, la elaboración del duelo debe ser inmediata".

Agregó que después de la atención inicial, tiene que darse apoyo gubernamental para que las familias tengan la posibilidad de replantear su proyecto de vida y enfatizar que se debe continuar a pesar de haber vivido el desastre . "La ayuda psicosocial debe ayudarles a los afectados a ver la crisis como una nueva oportunidad, lo que llamamos resiliencia, que no es nada más que saber afrontar las situaciones difíciles que se presentan sin convertirlas en un problema".