En el barrio San Joaquín se pueden formar más cárcavas si no se interviene

Se tiene el diagnóstico de lo que ocurre en el barrio San Joaquín, donde el año pasado se descubrió una cárcava, pero aún no se hacen las obras definitivas. La causa, son las aguas subterráneas.

Cada día es un suplicio para los propietarios de las nueve viviendas evacuadas en septiembre del año pasado, y esperan que la Alcaldía los cite a otra reunión.

Para Doris Valencia, encargada de una vivienda evacuada, urgen acciones inmediatas. "La casa quedó agrietada por la excavación que hizo Aguas de Manizales. Luego de desocuparla, los ladrones empezaron a desmantelarla. Nos tocó soldar las puertas, pero ni eso los detuvo, pues rompieron las ventanas y se llevaron hasta los sanitarios".

Hace dos semanas se difundieron con la comunidad los resultados del estudio que contrató Corpocaldas para determinar las causas de esa cárcava y de otras dos cercanas, que incluso llevaron a pensar que habría que evacuar el barrio completo (ver infográfico Dónde están las cárcavas). También asistieron Aguas de Manizales y la OMPAD.

Los resultados

Jhon Jairo Chizco, subdirector de Infraestructura Ambiental de Corpocaldas e interventor de ese contrato, explicó que a través de un georradar (aparato que funciona con ondas) se detectaron otros procesos de erosión interna del terreno, que si no se intervienen a tiempo pueden convertirse en cárcavas similares a las existentes. "No revisten gravedad, la comunidad puede estar tranquila, pero deben ejecutarse acciones a mediano plazo".

La causa principal, como había señalado Aguas de Manizales, es la presencia de flujos de aguas subterráneas que van dejando sin sustento el subsuelo y por eso se forman las cárcavas. "Parte de San Joaquín se construyó sobre un lleno, que se hizo para dar paso al Ferrocarril de Caldas. Las tuberías de cemento que se instalaron para canalizar los cauces naturales cumplieron su ciclo de vida útil", agregó Chizco.

Esos flujos generaron un nivel freático alto, es decir, la posición de las aguas es cada vez más superficial y desprende la masa superior de los taludes. "También se detectaron fugas en redes de acueducto y alcantarillado, pero no tienen que ver con las socavaciones", aclaró.

Afectados

Pese a esas explicaciones, los habitantes de San Joaquín siguen intranquilos por el futuro de sus viviendas, y aún deben esperar otro estudio que determine las obras definitivas.
"Es como cuando se hace una radiografía para establecer el diagnóstico, luego hay que ir a un especialista que le diga si debe operarse o qué más debe hacer. Las familias no pueden regresar hasta tanto no se hagan esas obras ", afirmó Chizco.

Juan David Arango, gerente de Aguas de Manizales, dijo que ya está contratado el ingeniero Juan Carlos Castaño para que en dos meses diseñe las obras de estabilidad y de manejo de aguas subterráneas, aunque en un mes quedó de presentarle avances a la comunidad. El contrato es por $100 millones, igual rubro que canceló Corpocaldas para el primer estudio.

Los que viven en la cuadra donde han evacuado casas, pues no todas han recibido esta orden, también reclaman mayor seguridad. "De qué nos sirve que nos digan que el terreno no va a ceder más, si los robos siguen de día y de noche. El día de la reunión me salí, porque no nos resolvieron nada", expresó Rosalba Ramírez.

Además, llevan dos semanas esperando que la OMPAD los cite para determinar qué pasará con sus viviendas. David Fernando Arias, jefe de esta Oficina, dijo el pasado sábado que esta semana se realizará la reunión, pues antes no se pudo hacer.

El funcionario agregó que ya se encontró el proyecto que devolvió el Fondo de Adaptación para gestionar $12 mil millones para las obras en San Joaquín. "Se reformuló y se volverá a radicar ante el Gobierno Nacional", aseguró.

Qué se sugiere hacer

La firma bogotana Investigadores en Geofísica Consultores, que realizó el estudio con el georradar en San Joaquín y Marmato, sugirió algunas obras, que se tendrán en cuenta en otro estudio para determinar las acciones definitivas:

- Usar drenes y aliviaderos distribuidos desde las partes altas hacia las partes bajas de los taludes para reducir por lo menos en dos metros la altura del nivel freático.

- Recuperar las zonas por donde circulaban las antiguas quebradas a través de nuevas canalizaciones y drenajes.

- Otra alternativa es realizar drenajes subterráneos en las partes altas que se conecten con las redes de alcantarillado.