LA PATRIA | Manizales
“Quiero venir a dar las gracias”, cuenta Emil Eldevig, de visita a Manizales hasta el 26 de julio. Este manizaleño, hoy ciudadano danés, vino a la ciudad en búsqueda de sus raíces y de las personas que le ayudaron cuando era apenas un bebé.
La historia tiene detalles limitados, aunque pueden ser el principio de un proceso largo de identificación de sus padres biológicos o, al menos, de quienes le cuidaron antes de darlo en adopción.
Él, con un amigo, recorrió El Carmen y Sacatín sin encontrar aún pistas o datos que le lleven a conocer a las personas que lo dieron en adopción.
La madre biológica de Emilio, luego de tocar a la puerta de la casa donde vivían Marcio Tulio Parra y su esposa, María Custodia Rojas, además de sus hijos, pidió que bautizaran el bebé con el nombre de Emilio Antonio Araújo. Después, poco o nada se volvió a saber de ella.
Esta pareja, ya en su tercera edad, residía en la calle 17A del barrio El Carmen y una de sus hijas, Beatriz, en ese entonces de 24 años, quiso adoptarlo, pero no fue posible por su edad y por no estar casada, según cuenta Emil.
“El Gobierno colombiano me envió a un hogar con una madre sustituta, donde estuve cerca de seis meses antes de ser adoptado por mis padres en Dinamarca”, explica.
Emil también busca a Jatina San Fernando que, según la documentación que posee, figura como la madre sustituta.
“El menor ha gozado al lado de esta familia de cariño, cuidados, protección y, sobre todo, estabilidad emocional”, explica el documento oficial que llevó a Emilio de la casa de Marco Tulio y María Custodia a la de Jatina.
Pasaron aproximadamente 18 meses desde su nacimiento hasta la adopción por Kristian Eldevig y Bente Eldevig. “Tuve la mejor infancia y los mejores padres en Dinamarca, una excelente educación y ahora un buen trabajo”.
Sin embargo, la motivación de Emil para regresar está en la gratitud. “Estoy muy agradecido y por eso vengo. Quiero decirle gracias y ojalá encontrar a mi madre”, explica.
Andreas Hansen es el escudero de Emil. Son amigos desde hace un año y por su cercanía con Colombia motivó a Emil para visitar el país y continuar con la búsqueda de sus padres.
Él lleva, como si fuera su hermano, la documentación y las imágenes que esperan les sirvan de pasaporte para encontrar las raíces de Emilio.
Ni Emil, ni Andreas hablan español, pero se han valido de todas las tecnologías disponibles para continuar su búsqueda. Han acudido, según explican, al Instituto Colombia de Bienestar Familiar, pero son pesimistas porque “allí las cosas toman mucho tiempo”.
En su perfil de Facebook, Emil Eldevig recibe información sobre sus raíces manizaleñas. También en el correo electrónico emileldevig@gmail.com
Reproducción | Cortesía | LA PATRIA
Emil guarda las imágenes del día en el que Jatina lo entregó a Kristian Eldevig y Bente Eldevig.
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