LA PATRIA | MANIZALES
Murió el 19 d enero
La mañana del 19 de enero para la familia Mejía Morales será una fecha inolvidable y dolorosa. Ese jueves murió Pablo Mejía Arango, de 61 años, después de padecer varias enfermedades, entre ellas, una enfermedad pulmonar que lo obligó a tener oxígeno permanente. Pablo nació en Manizales, ciudad que lo inspiró a escribir una columna semanal en LA PATRIA, tan costumbrista como la literatura de su abuelo, el escritor Rafael Arango Villegas, pero además llena de humor.
Fue el cuarto de nueve hijos. Estudió en el Colegio Gemelli y se graduó en 1974. Se casó a los 26 años con Ana María Morales, con quien tuvo un hijo, Alfonso. Sus quebrantos de salud comenzaron primero con una distrofia muscular, desde hace 35 años, luego el cáncer lo afectó y se movilizaba en una silla de ruedas, que nunca lo inhabilitó para gozar de la vida y de los viajes con sus amigos y familia, cuentan sus hermanos Alejandro y Luis Felipe.
Lector y buen amigo
Comenzó a escribir en LA PATRIA hace 20 años, primero haciendo reseñas de libros y luego afloró todo el humor que tenía en sus columnas de los sábados. Según su hermano Alejandro, fue un hombre inteligente a quien le gustaba escribir y leer, sobre todo, libros de historia universal.
Empezó a estudiar Medicina, pero se dio cuenta que tenía facilidades para escribir y para el periodismo, que lo ejerció de forma empírica. Trabajó en Aces como responsable de autorizar el despacho de aviones. De ahí pasó a las letras. También corregía textos y hacía tertulias literarias en su casa o en la de sus amigos escritores. Por ello, su vivienda, ubicada en el barrio Sancancio, parecía una romería, pues todos los días lo visitaban varios amigos, quienes lo contemplaron y lo invitaban a pasear.
Su hermano Luis Felipe lo recuerda de joven como una persona activa y parrandera con sus amigos. Asimismo, en su blog redactó que durante 10 años realizó programas radiales con un enfoque social y educativo, "pero aliñados siempre con mucho humor. En la televisión regional he participado en varios proyectos, entre ellos una serie de 12 capítulos sobre la historia de mi ciudad", escribió.
En una columna de LA PATRIA de Rodrigo Alberto Peláez, este lo describió como un conversador encantador, agudo humorista, inteligente, culto, sincero, con un sentido extinguido de la ética y los valores. Además, recordó que en las fiestas Pablo era el que los acostaba a todos y era el último en salir de ellas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015