Mimetizados entre adultos varios niños en la ciudad dedican parte de su tiempo a trabajar, cuando la ley ordena que deberían destinarlo al estudio, al juego u otras actividades infantiles.
Su tiempo está mediado por obligaciones, las de los adultos. Unos se ven alfrente de negocios comerciales, la mayoría ambulantes, como para disimular lo que prohíben las normas. A veces juegan, pero su mundo es más serio de lo que se podría imaginar.
Así se les vio ayer a varios menores de edad en la Galería de Manizales, que ante los ojos de todos los que circulan por esta zona seguían con sus labores como si fueran grandes. Sobre el trabajo infantil, que ayer conmemoró el día internacional contra esta práctica, poco se sabe.
El Departamento para la Prosperidad Social cita cifras de la Gran Encuesta de Hogares, que realiza el DANE: 1 millón 50 mil 147 niños y adolescentes en Colombia ejercen una ocupación remunerada o no, en bienes y servicios.
Luis Eduardo Céspedes, director regional del ICBF en Caldas, indica que infortunadamente no han podido consolidar las cifras de esta situación en el departamento, pues el trabajo infantil se presenta de una manera informal. "Los empleadores no piden autorización cuando se ocupa a mayores de 15 años o no se denuncia".
Excepciones
El funcionario explica que hay algunas actividades formalizadas por el Ministerio de Trabajo y por las inspecciones para que un menor de 15 años y hasta los 17 trabaje desde que cuente con permiso de sus padres, tenga autorización condicionada del Ministerio, le paguen el salario mínimo y prestaciones sociales, no realice actividades nocturnas, solo labore seis horas diarias y esto no interfiera en sus actividades académicas.
"Se ha perdido conciencia, la explotación laboral de los niños va ligada a la pobreza. Los padres argumentan que para llevar comida a la casa hay que ponerlos a trabajar, y nada más alejado de la realidad. Con esto se está negando la posibilidad de desarrollo a un menor de edad y lo pone en riesgo porque casi siempre detrás del trabajo infantil se esconden redes mafiosas y de prostitución que utilizan a los niños".
Según Céspedes, el Ministerio de Trabajo puede iniciar investigaciones administrativas y sancionar por tener menores laborando. Las multas pueden llegar a 150 millones de pesos. Los padres también podrían perder a sus hijos, pues se pondrán a disposición de un hogar sustituto, un hogar de paso o se vincularán a un programa de adopción o de protección a través de las instituciones con las que el ICBF tiene convenios. En Manizales, Niños de Los Andes y Colombia Actuando atienden 90 pequeños que estaban en riesgo.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015