MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Hermanos, amigos y empleados, sin ponerse de acuerdo, coinciden en algo a la hora de describir al sacerdote José Libardo Garcés Monsalve: es tan organizado, dedicado y emprendedor que siempre logra lo que se propone, con la ayuda de San José, su patrono.
Hasta el pasado martes ofició como canciller de la Arquidiócesis de Manizales y párroco de la Catedral Basílica, y hoy a las 10:00 de la mañana en ese mismo templo recibirá su ordenación episcopal como nuevo obispo de la Diócesis de Málaga-Soatá.
El nombramiento lo hizo el papa Francisco el pasado 29 de junio, y hoy lo ordenará quien fue su rector en el Seminario Mayor de Manizales, cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, quien llegó ayer del Vaticano.
También serán ordenantes el nuncio apostólico en Colombia, Ettore Balestrero, y el arzobispo de Manizales, Gonzalo Restrepo; además se espera la participación de unos 20 obispos del país.
Vida de valores
Hijo de Libardo Garcés, de 76 años, y Floralba Monsalve, de 68; tiene dos hermanos menores, Mario, de 46 años, y Fenibal, de 39. Es el mayor de la familia, tiene 48 años. La infancia la vivieron en una pequeña finca de la vereda Viboral, a 20 minutos de Aguadas, donde la rutina estaba centrada en estudiar, orar y ayudar a los padres en las labores del campo. “Fue una vida muy humilde”, asegura Fenibal.
“José Libardo era tan dedicado, que de lunes a viernes se levantaba a las 4:00 de la mañana a estudiar, antes de salir al colegio”, cuenta Mario. “Ha sido muy intelectual, no teníamos biblioteca ni libros, pero se destacó por ser el primero en la escuela y el colegio. Se ganaba matrículas de honor”, agrega Fenibal.
La vocación sacerdotal del padre José Libardo quizá nació de los principios y valores que le enseñaron en familia: honradez, respeto, obediencia y espiritualidad. “En la casa se rezaba el rosario todos los días, y en familia íbamos a misa varias veces a la semana”, indica Fenibal.
En 1985 cuando cursaba grado once en el Colegio Francisco Montoya, hoy Marino Gómez Estrada, decidió presentarse a un encuentro de aspirantes al Seminario Mayor de Manizales. Ya vivían en Aguadas, en donde se convirtió en acólito de la Iglesia La Inmaculada. Sus padres tenían una tienda y los hijos también les ayudaban en la atención al público. Con lo poco que producía la pequeña finca de café, los padres le costearon los estudios sacerdotales.
Devoto de San José
La familia sintió este llamado de Dios como una bendición. Se ordenó sacerdote el 27 de noviembre de 1993 para la Arquidiócesis de Manizales, estudió Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Manizales, luego se radicó dos años en Pácora como vicario parroquial y viajó a Roma a seguir estudios de licenciatura en psicología. Al regresar fue miembro del equipo de formadores del Seminario Mayor hasta el 2009. En el 2010 dirigió la parroquia Nuestra Señora de Los Dolores de Manizales y en el 2013 la Catedral Basílica, hasta el pasado martes.
El sacerdote Jaime Alberto Pérez, canciller de la Arquidiócesis, recuerda al padre José Libardo cuando fue formador del Seminario. “Ha sido una persona reservada, callada, que ama profundamente la Iglesia. Un hombre muy humano, cercano a la realidad de la gente y a sus necesidades, espiritual. Eficaz en lo que hace, muy eficiente y estricto para cumplir las metas que se propone; con visión altruista”, describió el canciller.
Quienes lo conocen dicen que el nuevo obispo es muy devoto de San José, tanto, que siempre se encomienda a él para todas sus actuaciones y el escudo que escogió para representar su ministerio episcopal, es decir el que irá plasmado en todos los documentos que emita, tiene en el centro una flor de lis, que recuerda la imagen de San José, y la leyenda “Padre, me pongo en tus manos”.
Buen jefe
Marcela Grisales Orozco, secretaria parroquial de la Catedral, cumplió seis años trabajando con el nuevo obispo. Junto con otros tres compañeros laboraron con él desde la parroquia de Los Dolores. “Es un sacerdote muy responsable en la vida pastoral, transparente, leal, de puertas abiertas, siempre pendiente de la buena calidad de vida de los empleados y de la espiritualidad de las personas y de los grupos apostólicos”.
Destaca el emprendimiento del padre José Libardo por haber continuado la recuperación de la Catedral para su iluminación y restauración de espacios hasta volverlo un centro de fe, cultura y turismo. “El Corredor Polaco ha tenido mucha acogida, no solo como centro de fe. Aumentó los horarios de visita hasta las 8:00 de la noche y empezó a gestionar los recursos con el Ministerio de Cultura para el mantenimiento del templo”.
“Proyecto que se planteaba, proyecto que ejecutaba”, con esta frase define Alonso Franco, auxiliar administrativo de la Catedral, al nuevo obispo, de quien también destaca su amor por la celebración eucarística. El pasado martes, sus compañeros de trabajo le rindieron un homenaje y lo encomendaron a San José para que lo ilumine y lo proteja.
Posesión
El papa Francisco nombró al padre José Libardo Garcés Monsalve por ser un hombre con sentido organizador y carisma para ser un buen pastor. El primero de octubre se posesionará en Málaga (Santander).
La Diócesis de Málaga-Soatá es una jurisdicción eclesiástica con sede en los municipios de Málaga (Santander) y Soatá (Boyacá), que hacen parte de la provincia eclesiástica de Bucaramanga.
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