El Graduado, en el Centro de Manizales, sabe a tinto

FREDDY ARANGO

LA PATRIA | MANIZALES

“Por aquí pasó la lengua más larga y chismosa de Manizales y regó el cuento por todo lado que El Graduado se había acabado y pues no, aquí seguimos”, dice Alfredo López Gallego, administrador desde hace tres años de esta fuente de soda, ubicada en la carrera 23 con calle 20.

Esta anécdota y muchas más se vivieron en la pandemia por cuenta del cierre temporal de este negocio, que reabrió hace 15 días y ha sido testigo de innumerables tertulias de manizaleños y visitantes, que se sientan a arreglar la ciudad y el mundo con tinto o un trago de aguardiente, y al lado los periódicos LA PATRIA y Q’HUBO.

Historia

Alfredo le subarrendó a don Cesar Quintero, quien siempre ha sido el dueño. Según sus cuentas y lo que le ha contado la clientela, este negocio puede tener unos 50 años de historia en Manizales, siendo de los más tradicionales de la capital de Caldas.

“Toda la clientela de la legendaria Cigarra, que ya desapareció, llegó a El Graduado. La gente salía hacer alguna vuelta bancaria y no tenían donde tomarse un tinto o donde entrar el baño, entonces arribaban acá. Es un punto de encuentro”, comenta López.

Cliente

César Colorado es cliente de la fuente de soda y afirma: “Aquí ya me conocen porque soy amante de este periódico, que trae noticias importantes. Estoy visitando este negocio desde que se fundó, cuando cumplí 18 años empecé hacerlo. Este es un sitio que no lo debemos dejar acabar por nada de la vida”.

Imágenes durante el aislamiento y en la apertura del negocio. Antes de la pandemia tenía tres empleados en la mañana y tres en la tarde, ahora emplea la mitad.

Un trago de aguardiente vale $3.200 pesos y el tinto a “milanta” a $1.000, dice Alfredo López entre risas. También se vende mucha cerveza.

El negocio funciona a la mitad del aforo por los protocolos, una mesa sí y otra no.

Los clientes son abogados, gente de la Fiscalía, del Palacio de Justicia y pensionados.

Alfredo López Gallego nació en Manzanares (Caldas). Dice que el graduado es la segunda casa de sus clientes, el horario es desde las 6:00 a.m. hasta que haya gente, su hijo Luis le ayuda con la música. La que más le piden son tangos y canciones viejas.