MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
El general retirado del Ejército Nacional Henry Medina Uribe afirma que las Fuerzas Militares no son una esfera independiente de la nación, “son parte de ese mismo cuerpo social que se llama Colombia” y por lo tanto su compromiso es con la sociedad.
Estuvo ayer en la Universidad de Manizales, invitado para el tercer Conversapaz Cátedra de la Paz seminario permanente, en el que habló ante estudiantes, docentes y militares sobre las fuerzas armadas y el posacuerdo. Antes, atendió una entrevista para LA PATRIA.
Propósito nacional
- ¿Cómo se puede pasar de dirigir la Escuela Superior de Guerra a liderar el proyecto La paz querida?
Fácil, y me siento muy satisfecho de este proceso en mi vida. La función del soldado, el fin último, es la paz. Permanecía un poco triste en pasar por esta vida y ver que el país seguía en conflicto. Mi esperanza es que antes de morir pueda ver un país en paz.
- ¿Qué es La paz querida?
Una iniciativa que nace de la sociedad civil, con un núcleo gestor de 42 colombianos que han estado en la dirigencia nacional desde diferentes ámbitos: el exministro Juan Camilo Restrepo, la exministra Cecilia López, el académico Alejo Vargas, Otti Patiño que hizo parte del M-19, el sacerdote jesuita Francisco de Roux fundador del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, entre otras personas.
- ¿Qué buscan?
Crear un propósito nacional, ir creciendo en lograr la paz verdadera, que se construye con el cambio de mentalidad, con una nueva ética social. Es un proceso de largo plazo. No tenemos vocación ni compromiso con el gobierno ni con un partido político. Hablamos del C+10 que quiere decir la Colombia del 2027 en paz.
- ¿En estos años también debe haber un cambio en las Fuerzas Armadas oficiales?
Más que un cambio es una evolución. Acompañar a la sociedad colombiana en ese nuevo estadio de convivencia. Al cambiar las amenazas, como lo llamamos en el argot militar, tiene que cambiar nuestro comportamiento, doctrina y accionar cotidiano; acomodarse a los lineamientos de la política nacional.
Confianza
- ¿Cómo puede un militar después de haber trabajado y pensado en la guerra, insertarse en un proceso de paz?
El pensamiento nuestro, siempre, es el bien de la nación, eso no cambia. El cómo es el que se modifica. Cuando estuve en uniforme tenía que buscar la victoria militar, en el campo de combate, e hice todo lo posible y lo necesario para tener unas fuerzas militares cada día más poderosas, más comprometidas, más disciplinadas y cumplidoras de los derechos. En un momento dado la política nacional dijo: la forma de avanzar en el desarrollo de la sociedad es mediante el logro de la paz en las conversaciones, y las Fuerzas Militares tienen que entender ese pensamiento, tienen que analizarlo, configurar los planes para que eso sea posible. El cambio es en el mismo compromiso, que es el compromiso de la sociedad.
- ¿Qué piensa de los diálogos de paz en La Habana y de los acuerdos logrados hasta el momento con las Farc, entre ellos la aplicación de una justicia transicional?
Como pensamos en La paz querida, nuestro compromiso es con la sociedad. Pero los diálogos son una condición necesaria para la paz. En lo que conozco, el DDR (desarme, desmovilización y reinserción) de Colombia es el ideal. Por primera vez en el país se ejecuta un proceso siguiendo los lineamientos o acatando el conocimiento que el mundo ha adquirido en procesos de paz. La mejor negociación es la que al final resulta, lo otro es teoría. Este proceso va bien, opinaremos en serio cuando realmente podamos conocer los textos y los acuerdos finales, todavía discuten puntos vitales.
- ¿Se enfrentó a las Farc y las conoce. Les cree y considera que están hablando con la verdad?
Lo más importante para que un diálogo sea exitoso es construir mediante confianza. Las Farc, hoy, en su mayoría y en su dirigencia, quieren la paz, pero sin perder su objetivo, que es la toma del poder. Entonces hay que entender que ellos duraron 50 años buscando el poder dentro de la ilegalidad, pero no está mal que lo busquen en la legalidad y que hagan política, y que la sociedad decida. Las Fuerzas Militares tienen que acompañar, respaldar y facilitar que la decisión de la sociedad se concrete en hechos reales.
- ¿Si se dan las cosas, una vez termine la guerra deberá seguir existiendo el Ejército?
Obvio, indispensable, por siempre. Un acuerdo de paz es bajar la bandera para iniciar los posacuerdos, y en ese caminar todos vamos construyendo colectivamente la paz, y las Fuerzas Militares le llevan el ritmo a ese proceso, pero los próximos cinco años o más, deben duplicar el esfuerzo actual. Cuando se llega a un proceso de paz, un altísimo porcentaje lo va a acatar, pero otros miembros no, la delincuencia va a seguir y será más difícil de controlar. Entonces el Ejército se tiene que mantener y preparar para roles diferentes, más de construcción que de destrucción.
Participación en política
El general (r) Henry Medina dijo, sobre el plebiscito al que convoca el Gobierno, que la sociedad va a votar por el sí y que superará el mínimo de los 4 millones 300 mil votos, pero no está de acuerdo con que las Fuerzas Militares voten. “Como institución, son garantes de las libertades, no pueden opinar sobre si o no, apoyan que la decisión de la sociedad se dé. Tienen que tener una posición neutral, en la línea media. Posteriormente, en la medida que avancemos y que los posacuerdos sean exitosos, el voto es un derecho al cual aspiramos”.
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