El cerro Sancancio empezó a moverse en enero

RICHARD AGUIRRE

LA PATRIA | MANIZALES

Los suegros de Gonzalo Gallego vivían en la carrera 40A 70A-163 del barrio Aranjuez y fueron desalojados el miércoles de la semana pasada. La vivienda es una de las 43 que posiblemente no podrán ser habitadas de nuevo, por estar al pie de la ladera del Cerro Sancancio que se derrumbó hace ocho días.

Gonzalo aseguró que esa parte del Cerro empezó a venirse desde enero pasado. La tierra se metió en el patio y el material lo debió evacuar la propia familia. "No digo que con esa denuncia se hubiera evitado la tragedia, pero sí pudo ser menor. Las autoridades estarían más atentas de la zona", sostiene Gonzalo.

Recuerda que enviaron un derecho de petición a la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR) de Manizales y a Corpocaldas solicitando la atención, pero le respondieron que ubicaran plásticos para retener el barranco. "Dijeron que debíamos hacer unas obras para estabilizar el terreno y ya, no volvieron".

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Responde UGR

Jairo Alfredo López, director de la UGR, aseguró que cada vez que ingresa un reporte como el de la familia de Gallego, la Unidad entrega recomendaciones a los propietarios. Dijo que la gestión integral del riesgo también debe ser responsabilidad de los ciudadanos. "Allí se sugiere poner un plástico para evitar que nuevamente se filtren la tierra y las lluvias".

Agregó que al ser un predio particular, el propietario debe realizar las obras para mitigar los impactos. "Con recursos públicos no podemos hacer inversiones en bienes privados y eso la ciudadanía no lo entiende", agregó López.

Jhon Jairo Chisco, subdirector de Infraestructura Ambiental de Corpocaldas, afirmó también que todo derecho de petición lo responden con recomendaciones y que la entidad actúa como asesor primario de las administraciones y en conjunto realizan las obras que las alcaldías priorizan.

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