Derrumbes que mantienen la amenaza en el Alto del Guamo

MARGARET SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES

Néstor García cambió hace 22 años una finca en Neira por la finca Betania en Manizales. 47 hectáreas que están ahora en el ojo de organismos de prevención y atención de desastres locales y nacionales, después de la avalancha de la quebrada El Guamo el 2 de diciembre del año pasado.

El 19 de ese mismo mes LA PATRIA publicó un informe en el que ubicó 14 derrumbes identificados por Corpocaldas en una visita que hizo al predio. Sin embargo, Cristian Camilo García, nieto de Néstor, aseguró que son unos 34.

Néstor visitó su finca, propiedad que no pisaba desde hace un año. En compañía de su esposa, Daisy Pineda, recorrieron algunos potreros afectados.

La caminata empezó desde la vía al Alto del Guamo. Dejaron el campero a la entrada de la finca La Esmeralda y comenzaron a descender por la antigua vía al Alto del Guamo, ya que la entrada estaba taponada con escombros. "Hace como dos semanas llegó una volqueta y los dejó ahí tirados", comentó un campesino que pasó en moto.

La carretera parece una trocha, en la mitad hay zangas que ha dejado el paso del agua. "Las lluvias del año pasado acabaron con este tramo entre San Sebastián, Betania y La Esmeralda. Necesita obras de estabilidad", precisó Cristian.

Impacto
Desde la entrada a Betania se alcanzan a ver tres desprendimientos de tierra, uno en lo alto del nacimiento de la quebrada El Guamo, otro bajo la casa en la que viven hace ocho meses Luz Mery y José Guillermo Trejos, que manejan la finca; y el tercero bajo dos viviendas evacuadas en diciembre y que se cayeron este año.

"Esto fue catastrófico. En 20 años sí hubo derrumbes dentro de la finca, pero no tantos y tan terribles", comentó Néstor mientras descendía de la mano de su esposa.

Su nieto ya se acostumbró al cambio repentino del paisaje, ya que visita el predio casi a diario y recorre las 47 hectáreas cada ocho días. "La tierra sigue cediendo y no sabemos qué hacer. Desde el año pasado, ni Alcaldía ni Corpocaldas regresaron a hacer seguimiento", señaló Cristian.

En la casa, Luz Mery recibe a sus patrones con tres tazas de tinto y la historia del día de la avalancha. "Se empezaron a escuchar estruendos, al otro día fue que vimos todo lo que pasó".
Cristian carga en su morral informes de Corpocaldas y de la Alcaldía, derechos de petición que les ha enviado y citaciones en la Inspección Sexta de Policía por un vecino que le impide construir un nuevo camino para llegar a la casa de Betania. "Tengo el recorte del periódico cuando Carlos Iván Márquez, director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, vino hasta acá y dijo que la zona necesitaba intervención urgente", precisó.

En proceso
Óscar Eduardo Toro, director de la Unidad de Gestión del Riesgo de Manizales, aseguró que con  Corpocaldas desarrollan un proyecto de mitigación en las zonas de laderas en riesgo en el municipio y en el cual se incluye Betania. Esperan presentarlo al Gobierno Nacional el próximo mes para visibilizar los recursos.

"Serían tres fases: diagnóstico (sobre todo en la cuenca de la quebrada El Guamo), proyección de obras y ejecución", explicó.

Precisó que de encontrar apoyo, la Alcaldía realizará obras de contención y mitigación, pero que el propietario de la finca también debe aportar para evitar más riesgos.

Raúl Jiménez, director de Corpocaldas, insistió que los usos del suelo en Betania incidieron en la erosión. "El propietario debe corregir sus prácticas de cultivo y pastoreo a orillas de los nacimientos de la quebrada. Debe reforestar en los cinco afluentes que han tenido impacto".

Cristian expresó que han sembrado árboles y que hacen canales para que el agua circule. El pasado viernes el encargado de la finca estaba con pala y azadón abriendo una zanja por un potrero para que las lluvias desemboquen en la quebrada.

Cristian añadió que están dispuestos a ayudar para intervenir el predio, pero que necesitan que la carretera esté en buen estado para llevar materiales.

El secretario de Obras Públicas del Municipio, Hernán González, aseguró que en una o dos semanas enviarán maquinaria para recuperar el tránsito de la antigua vía al Alto del Guamo, entre La Esmeralda y Betania. "Vamos a colaborar con la comunidad de esas dos fincas. Se requiere una motoniveladora y material de afirmado. Para recuperar la carretera se necesitan obras de estabilidad mucho más grandes".

La familia García espera que con el regreso de las lluvias no se repita la avalancha de la quebrada El Guamo.

Zona en estudio
La finca Betania, en la vereda Alto del Guamo, se convirtió en zona de estudio para el grupo de Geotecnía y geología ambiental de la Universidad de Caldas. El docente Fernando Sánchez llevó a sus estudiantes el pasado sábado a visitar el terreno.
"Observamos que las urbanizaciones en la parte baja han afectado en el régimen hidráulico de la ladera, no se piensa en el drenaje de las aguas subterráneas y superficiales".
Precisó que deben pensarse muy bien las obras de contención para este terreno, porque el material es muy arcilloso. Agregó que durante muchos años esa zona ha sido de pastos y bosques, y no cree que la actividad productiva sea la consecuencia de los deslizamientos.

Otro punto que amenaza

Foto | Cortesía LA PATRIA
Un desprendimiento de tierra que ha preocupado por unos seis o siete años está montaña arriba de los barrios Comuneros, Solferino y Samaria, en el sector de la siembra de pinos. "Hay tres coronas de derrumbe, con la posibilidad de que haya un gran desplazamiento. Es poco o nada lo que se puede hacer en ese proceso erosivo, pero la Unidad de Gestión del Riesgo debe actuar preventivamente", indicó Wiston Cabrera, miembro del Consejo Territorial de Planeación.
Tulia Helena Hernández, delegada ambiental de la Personería Municipal, señaló que se han reunido con la comunidad para hacer seguimiento al terreno.
El director de la Unidad del Riesgo, Óscar Eduardo Toro, precisó que han hecho reconocimiento y seguimiento al sector y no han detectado cambios.