"Cuando los pelados cumplen la mayoría de edad todavía están adolescentes": dice la neuróloga Luisa Márquez

MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES

La difícil edad, la adolescencia, no solo se refleja en el comportamiento sino también cerebralmente, para actuar a veces de forma desaforada y como si el mundo se fuera a acabar.
Esto lo explica la neuróloga pediatra Luisa Fernanda Márquez, graduada de la Universidad Militar Nueva Granada y que trabaja actualmente en la Clínica Comfamiliar de Pereira. Ella estuvo en Manizales invitada por la Clínica San Juan de Dios para participar de un simposio en salud mental, por los 60 años de esta institución.

Más arriesgados
- ¿Qué sucede en el cerebro de los adolescentes para que estén participando más frecuentemente en hechos delictivos a tan temprana edad?
Desde el punto de vista neurobiológico hay que entender que la adolescencia es un momento diferente de la niñez y de la vida adulta, es un momento transición en el que el individuo, por las características biológicas y bioquímicas del cerebro, se ve envuelto en situaciones riesgosas porque su cerebro se lo pide. Es un fenómeno que debemos considerar como fisiológico, es decir normal. Todas las especies, incluida la humana, pasan por un periodo transicional en el que su cerebro se alista para independizarse de su grupo familiar, y eso hace que bioquímicamente se vuelvan más arriesgadas.

- ¿Qué cambios bioquímicos suceden en el cerebro en esta etapa?
Todos sus sistemas biológicos cerebrales lo hacen más arriesgado y más susceptible a tomar decisiones sin pensar en las consecuencias. Esto explica también por qué, a pesar de todos los programas y de toda la información que reciben en los medios de comunicación, en las escuelas y de sus propios padres, los adolescentes no cambian las conductas.

- ¿Es el medio el que genera los comportamientos violentos a los adolescentes o es producto de su edad?
Es una combinación, es una situación biológica de la edad y es una sociedad que cada vez tiene una conducta o una actitud más flexible frente al comportamiento del adolescente. La sociedad y la familia tienen que entender que el adolescente es un sujeto más vulnerable por sus características biológicas, que un niño pequeño o un adulto joven. Infortunadamente la sociedad interpreta que el adolescente ya debe tener ciertas libertades. La combinación de factores de la biología arriesgada del adolescente frente a una sociedad cada vez más permisiva y que lo inunda de emoción, de excitación y de situaciones riesgosas, hacen que ahora veamos más comportamientos violentos; no solo en lo que tiene que ver con criminalidad, también en cuanto al uso de sustancias psicoactivas, el embarazado adolescente y las enfermedades de transmisión sexual.

Con su grupo social
- ¿Cuando se trata de hechos violentos, qué sucede biológicamente en los adolescentes?
Hay estudios muy interesantes sobre la comisión de delitos colectivos en el adolescente. Es más frecuente que los adolescentes cometan actos delictivos en grupo, que individuales, y eso tiene que ver con muchas situaciones externas; pero biológicamente está relacionado con una hormona que empieza a aumentar sus niveles en la adolescencia, que se llama oxitocina. En la adolescencia esta hormona hace que se sientan mucho más apoyados a cometer actos riesgosos entre ellos mismos y les produce más placer el cometer actos delictivos cuando están acompañados. La oxitocina es la hormona de sentirse bien en su grupo social, pero el pico se empieza a producir en la adolescencia, se identifican muy fuertemente con sus pares. Por ejemplo, todos los adolescentes se quieren vestir iguales, tienen una sensación de que están siendo observados de forma permanente por el colectivo social, sin que necesariamente esté pasando eso.

- ¿Pueden mediar los medicamentos para regular la producción de esta hormona?
La orientación para este tipo de situaciones, que deben aplicarse en programas de salud pública mental en el cuidado de la adolescencia, es que los padres entiendan que en esta etapa hay que proteger, hay que llevar al individuo hacia la familia y no hacia sus amigos. Hay estudios que demuestran que las familias que son más cuidadoras de sus hijos cuando niños y que les dan más oportunidades de estar en actividades propias de la familia o deportes dirigidos, cuando entran en la adolescencia tienen menos probabilidad de encontrar satisfacción en actos delictivos o drogadicción. No se trata de cambiar la bioquímica del cerebro a través de medicamentos sino de entender que en vez de forzar que la persona actúe como un adulto, se le debe proteger; más que permitir que empiece a conducir un vehículo, salir a fiestas o a tomar licor.

- ¿Qué ocasiona el consumo de cigarrillo, drogas y licor a temprana edad?
Cuando se empieza a consumir en la adolescencia hay un riesgo mucho más alto de generar adicciones, más que si lo empieza a hacer un adulto, porque el sistema de recompensas y de placer cerebral está más activado cuando se está en la adolescencia; es cuando un ser humano está más susceptible a volverse adicto a todas las sustancias psicoactivas, principalmente las estimulantes como la nicotina y la cocaína. Casi siempre los individuos que inician el consumos de cigarrillo en la adolescencia no son capaces de dejarlo en su vida.

Sin balance
- ¿Las enfermedades mentales se han disparado en niños y adolescentes, por qué está sucediendo eso?
Ha pasado toda la vida, lo que sucede es que ahora se está haciendo más énfasis en el problema. Era un fenómeno oculto. En la adolescencia aparece el fenómeno de poda de los circuitos cerebrales del lóbulo frontal, que hace que los seres humanos en este periodo de transición sean más susceptibles a enfermedades como la esquizofrenia.

- ¿Qué significa la poda de los circuitos cerebrales?
El cerebro es un órgano de circuitos. Uno nace con muchas más neuronas de las con que se va a morir. Lo que hace fisiológicamente el cerebro es empezar a disminuir la cantidad de neuronas, crear nuevas conexiones y eliminar otras, es como podar un árbol para que se vaya conformando correctamente. Ese fenómeno de poda en la adolescencia se desequilibra, pero es normal, y hace que el sujeto sea más impulsivo, que la zona de impulsos esté más activa que la zona de control. Eso hace que todas las enfermedades que tengan que ver con el control de los impulsos sean más frecuentes en la adolescencia. En el caso de la esquizofrenia y los delirios es esa incapacidad del cerebro de regular todos los impulsos que están entrando al cerebro en un momento dado.

- ¿Cómo pueden los padres o un adulto a cargo de un adolescente para identificar cuando está en riesgo?
Todos los adolescentes están en riesgo. Aunque pueda ser muy exagerada, las familias ante el adolescente deben ser muy estrictas, conocer todo lo que hacen sus hijos, conocer a todos sus amigos, saber para dónde van; deben aprender a decir que no a las fiestas, que no al cigarrillo y al licor, que no a usar un carro; hasta que ya pase la fase impulsiva de la adolescencia que viene siendo hacia los 18 o 19 años. Cuando los pelados cumplen la mayoría de edad todavía están adolescentes. El cerebro se viene a equiparar y a equilibrar hacia los 20 años, en hombres y en mujeres.

Recomendaciones
* Para padres y docentes
"Es muy importante que todas las personas, desde la pediatría, médicos generales, docentes y padres conozcan cuáles son las características fisiológicas del cerebro del adolescente para que puedan entender por qué los muchachos están teniendo ciertos cambios. El rol del docente es más de orientador del grupo familiar. En la adolescencia, aunque los colegios son importantes, el grupo familiar es fundamental porque es el que enseña, el que orienta, el que previene, el que exige, el que limita.
* Para los propios adolescentes
"Los adolescentes no pueden pensar diferente porque es su forma de reaccionar, eso es lo fisiológico. Entiendo que el adolescente no pueda querer al que le está diciendo que no puede salir a fiestas, que le da mucha ira contra esa persona. Lo que siempre les digo a mis adolescentes en consulta es: tu no vas a entender esto hasta que estés un poquito más grande. Y la familia debe entender que los van a odiar. Un consejo es mucha disciplina desde pequeños, tratar de involucrar a los adolescentes en actividades sanas de deporte, recreación y buen uso del tiempo libre".