ALEXANDRA SERNA
LA PATRIA | MANIZALES
Desde la tienda El Sifón, a 3.950 metros sobre el nivel del mar, se observaba ayer, a las 7:00 de la mañana, que brotaba constantemente una fumarola grisácea, a veces más blanca, del Volcán Nevado del Ruiz. Parecía un pulmón, al exhalar sin descanso esa columna de gas, vapor de agua y ceniza, que se contraía y luego se expandía.
"No vivimos pendientes de ese señor. Lo dejamos ahí solito y seguimos tranquilos", expresó Lorena Virgüez, habitante de la Hacienda El Sifón, donde funciona el local comercial y que se ubica en la vía hacia Murillo (Tolima), a unos 30 minutos del sector de Brisas. Desde hace seis meses es vecina del "león dormido", y a pesar de que le recomendaron evacuar no piensa irse, al menos que haga erupción, como es probable (ver recuadro Reporte y acciones).
La cotidianidad de quienes viven en el Parque Nacional Natural Los Nevados parece no haber cambiado, a pesar de que en el mapa de amenazas por flujo de lodos y caída de piroclastos (rocas y gases) serían de los más afectados por estar en zona roja.
Lo que tranquiliza a Lorena es que no ha visto caer ceniza ni ha sentido el olor a azufre, a diferencia de algunos habitantes del sector de Brisas, quienes sí lo han sentido, en menor proporción de lo ocurrido en los cascos urbanos de Caldas y Tolima. Por eso, a ellos el Ruiz los ahuyenta por el recuerdo de la erupción de hace 26 años.
Fuera del perímetro del Parque, en la vereda de Letras (Tolima), la fumarola es a veces más un paisaje para disfrutar que una realidad a temer.
"Vinieron del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales y nos dijeron que no estábamos en riesgo. El Nevado se deja ver algunas veces desde la carretera y me gusta mirarlo", comentó Juan Carlos Menjura, dueño de un restaurante del sector.
Adentrándose a las montañas, hacia la vereda El Desquite (Manizales), el Ruiz se hace visible otra vez si está despejado. Como en Letras, allí tampoco cayó ceniza, y la comunidad sabe que si hay erupción es mejor quedarse en casa.
"El Nevado me parece muy hermoso, más con esa fumarola. No le tengo miedo, será que moriré allá", dijo jocosamente María del Socorro Núñez, habitante de esa vereda, mientras veía la nube grisácea que salía del cráter Arenas expandiéndose hacia Manizales y Villamaría, muy lejos de su casa. (Ver nota en la página 4A sobre el impacto turístico).
Al cierre de esta página, a las 5:00 de la tarde, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales reportó que continuaba registrándose la señal sísmica asociada a procesos de emisión de ceniza, lo que evidencia la inestabilidad
del sistema y hace mantener la actividad en nivel naranja, que significa erupción probable en días o semanas. También se registraron emisiones de gases y dióxido de azufre a la atmósfera.
Por otra parte, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres coordina capacitaciones a las comunidades de Caldas y Tolima sobre que hacer antes, durante y después ante una eventual emergencia que genere el Volcán Nevado del Ruiz.
En la zona rural de Manizales, la OMPAD se enfocó en las poblaciones que viven o trabajan en las riberas del río Chinchiná y podrían afectarse con avalanchas. Reunió a 50 areneros del sector El Pescador, verificó los planes de contingencia de las empresas privadas en el sector de La Manuela y convocó a la comunidad de la vereda Kilómetro 41 en el colegio Giovanni Montini, que se ubica en la zona de la carrilera cerca del río Cauca.
Se recordó que deben usar pañuelos, bufandas, trapos o demás mecanismos alternos al tapabocas para la protección ante la caída de ceniza
Respondieron habitantes y trabajadores de sectores cercanos al Nevado del Ruiz.
Darío Peña, vereda El Arbolito (Villamaría)
Quedarme aquí. Es algo que ha existido y seguirá existiendo.
Juan de Jesús Jiménez, transportador de leche
Nada, esperar si llega por nosotros.
Henry Castro, vereda Aguas Calientes (Tolima)
Me meto en una ramada con tapa de zinc, que puede resistir lo que caiga.
Claudia Montoya, estudiante Nuestra Señora del Rosario (Villamaría)
No salirme fuera del colegio y usar las gafas y el tapabocas.
Sonia Obando, estudiante Nuestra Señora del Rosario (Villamaría)
Quedarme dentro del colegio y buscar una parte segura para esperar.
Octavio Chica, Herveo (Tolima)
Si me coge en Letras, evacuaría a un campo abierto, donde ya hicimos un simulacro.
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