LA PATRIA | Manizales
Una caravana de aproximadamente 80 vehículos, más motos y bicicletas, protestó esta mañana por la Avenida Santander. Los participantes eran propietarios y empleados de los establecimientos nocturnos de Manizales, quienes se quejaron ante el riesgo de quiebra que los ha tenido esta cuarentena.
Estos establecimientos suman dos meses cerrados, después de que el alcalde, Carlos Mario Marín, ordenó su cierre. Se estima que su reapertura sea de las últimas.
Quienes protestaron manifestaron que se encuentran afectados al no recibir recursos, debido a que tienen un arriendo que pagar y son los pocos los que han podido llegar a acuerdos con sus arrendatarios.
Además tienen que pagar la nómina de sus empleados fijos, por lo que suponen que tendrán que despedir personal. A estas preocupaciones se suma la falta de una directriz por parte del Gobieno Nacional y los problemas para conseguir un crédito.
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