MARTHA LUCIA GOMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Matilde Ríos Villada tenía sus pómulos colorados de hablar tan fuerte y de agradecer por la casa nueva que le asignaron a su esposo en la urbanización Betania-La Cumbre. La ayuda se las dio la fundación Obras Sociales Betania, que el pasado sábado entregó las últimas 12 viviendas de este proyecto.
El ingeniero civil Jorge Mejía Arango, voluntario de la fundación, indica que a fines del año 2008 iniciaron la construcción por etapas de esta urbanización de 156 casas, que ya está habitado por igual número de familias. Allí ya no le queda a Betania más terreno para edificar.
Un poco más grandes
Los beneficiarios son personas que laboran, pero que no tienen facilidades económicas para comprar vivienda directamente o tienen dificultades para ser sujetos de entidades financieras.
Las primeras casas de la urbanización en La Cumbre les costaron a sus dueños unos $30 millones y las del pasado sábado están entre $55 millones y $60 millones, ya que se construyeron en lotes irregulares que permitieron dejarlas un poco más amplias que el resto de viviendas.
"Son de tres habitaciones con posibilidad de ampliación, y se tuvo en cuenta que fueran para familias numerosas que tuvieran esa necesidad. Dieron una cuota inicial a Obras Sociales Betania, y el resto del valor se les financió a 10 años", señaló Mejía Arango.
En otros sitios
Betania terminó en el 2012 el proyecto de apartamentos en San Sebastián II etapa, en donde falta que la Caja de la Vivienda Popular del Municipio adjudique 25, y tiene un proyecto que espera comenzar en los próximos días en el barrio Betania (Fátima III etapa) donde construirán 140 apartamentos para personas que puedan aspirar al subsidio familiar de Confamiliares.
Estos edificios estarían listos entre un año y medio y dos años, esperan iniciar obras a fin de este mes o en febrero próximo, dijo Mejía Arango.
A mediados de este año la fundación Obras Sociales Betania también proyecta comenzar la construcción de unos 40 apartamentos en un lote frente al barrio Camilo Torres, junto al puesto de salud Gregorio Botero, para atender población de escasos recursos, explicó el ingeniero.
Matilde, la mujer que rebozaba de alegría el pasado sábado en la entrega de las casas en La Cumbre, su esposo y sus hijos vivían en Fátima, en una propiedad que compraron en sociedad con una cuñada, pero sobre la que no pudieron seguir pagando las cuotas que les correspondía.
"Mi esposo trabaja en Betania y aunque aquí tendremos que cancelar más de lo que le pagábamos a mi cuñada, por lo menos estamos en algo propio. Como la casa es grande pondré una tienda para ayudarnos", expresó Matilde, aún emocionada por recibir las llaves de su nueva casa.
Favorecidas
Beneficiarias de vivienda en la urbanización Betania-La Cumbre opinan sobre este programa de la fundación.
Matilde Ríos Villada
Lo que hace Betania es el mejor regalo que puede recibir una familia, pues con el Municipio o con otras entidades es muy difícil acceder a vivienda.
Carmen Teresa Ríos
Me paso en 15 días, y agradezco la ayuda de Betania. Ya me habían rematado la casa en donde vivía, mi temor era tener que salir a pagar arriendo.
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