Bajo Andes pide alimentos y ropa

Viernes, Marzo 2, 2012

Cuatro casas quedaron destruidas y dos parcialmente afectadas. Damnificados piden ayudas porque lo perdieron todo. Alcaldía se compromete con kits de aseo y de dormir, y auxilios de arrendamiento. Incertidumbre.

Derrotados por el incendio que ocurrió en Bajo Andes, al caer la tarde del pasado miércoles y que los dejó sin nada, estaban ayer algunos de los 38 damnificados.
Niños y hombres con la piel tiznada, como quedaron también paredes, techos y muebles, buscaban con sus manos desnudas entre los escombros para ver qué rescataban de las cenizas.
Vecinos y familiares fueron pieza clave. A varios les dieron posada en el barrio y otros se vieron obligados a trasladarse a otros sectores de la ciudad. La incertidumbre es por resolver lo que sucederá en adelante.
Caras largas, silencios extendidos, mirada perdida identificaban ayer a los damnificados. Bajo Andes es un barrio estrato uno, con muchas necesidades y un único acceso por empinadas escalas de la ladera que va a dar a la Panamericana.
Ayer a las 10:00 de la mañana, 16 horas y media después del incendio, todavía algunos, con manguera en mano, terminaban de extinguir el fuego, el calor y el humo que impregnaban la zona.
"Pasé la noche echándole agua a esto porque los bomberos se fueron y eso siguió, me agarré a darle con una manguera que se salvó. La bajada hasta acá es muy gallo, los bomberos se demoraron un poco por la dificultad, pero gracias a Dios llegaron y pararon esto porque sino se hubiera quemado todo", aseguró Julián Andrés Orozco, que quedó con la vivienda parcialmente afectada.

Esperan ayudas
Lo que más necesitan, coinciden los damnificados, es alimentos, ropa para todas las edades, cobijas y colchones.
Luis Evelio Gómez lo perdió todo, casa y pertenencias, pero igual que el resto de afectados salió con vida de esta calamidad. El incendio no dejó muertos ni heridos, solo a Aura Henao Gallego, una mujer de 81 años, dependiente de una pipa de oxígeno, la tuvieron que sacar ahogada por el humo que había inhalado. La familia pedía ayer a los bomberos que le llevaran una enfermera para poder verificar su estado de salud.
Luis Evelio lamentaba lo que el destino le había deparado. Se vino de Neira a buscar mejores oportunidades, "y mire en lo que quedaron, en nada". Ocupaba la casa que compró hace un año y dos meses con su esposa, cinco hijos y su mamá. "Logramos salir a tiempo, gracias a Dios bendito. Están reuniendo datos, pero no nos han dicho nada de ayudas".
David Fernando Arias, jefe de la Oficina Municipal para la Prevención y Atención de Desastres (OMPAD), reportó cuatro viviendas destruidas, dos parcialmente afectadas y 38 damnificados, entre ellos unos 10 menores de edad. "En las casas vivía mucha gente, es una zona de pocos propietarios y muchos inquilinos, por eso hay tanto afectado".
Según el funcionario las ayudas iniciales las comenzaban a entregar ayer en la tarde en convenio con la Cruz Roja, se trata de kits de noche y de aseo, además de subsidios de arrendamiento por $150 mil, dependiendo si son arrendatarios que recibirán la ayuda durante un mes y tres meses para propietarios.
"Quedan censados por afectación de evento catastrófico, serán prioritarios en los listados para acceder a subsidio de vivienda que maneja la Caja de la Vivienda Popular, mientras tanto deben buscar arrendamiento", explico Arias.

Dicen por el barrio

Julián Andrés Orozco
El incendio se inició en la parte de abajo, a las 5:30 de la tarde. No sé qué pasó, cuando menos pensamos empezó la llamarada y cogió ventaja. Mi casa se quemó en un 30%, pedimos que nos colaboren.

Patricia Vallejo
Fue un corto circuito que se originó en una casa de la parte de abajo. Ahora empieza lo difícil porque ya no hay tanto apoyo, estamos asimilando la situación, no sabemos qué va a pasar con nosotros.

Rubén Ramiro López
A nadie le pasó nada, pero perdimos todo. No sabemos a dónde ir.

Mario Andrés Escobar
No soy damnificado, pero estamos colaborando con la recepción de ayudas. Esa noche, en coordinación con los párrocos del Nevado y Cervantes se les entregaron algunos mercados, pero se necesita ropa y comida.