MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
"Quiero pedirle el favor en nombre de los niños que haga un reportaje sobre el caso del conjunto cerrado Torreón de San Jorge. La Administración les está prohibiendo salir a las zonas verdes, tampoco los dejan montar bicicleta, ni patines, ni patineta; además no les dejan utilizar el parque, ni jugar con balones.
"Esta situación cada vez es peor, debido a que les están prohibiendo salir y les están tomando fotos sin su autorización ni de los padres. También les tienen toque de queda para que no salgan y no puedan utilizar las zonas comunes del conjunto. Los niños están indignados por esta situación", atentamente: los Niños del conjunto.
Es el mensaje que un grupo de adolescentes, entre 12 y 14 años, hizo llegar a LA PATRIA por decisiones tomadas desde abril, cuando hubo cambio de administración en el conjunto. Se habló con cinco de ellos, quienes aparecen en este informe con un nombre ficticio en aras de protegerlos.
Los regañan
Según Ana, antes del cambio los dejaban jugar y conversar en las áreas comunes o simplemente disfrutar, recochar y distraerse un momento.
"Solo cuando nos quedábamos hasta muy tarde o por la bulla nos pedían silencio y que ya no más, porque los vecinos estaban descansando. Desde abril empezaron a poner toque de queda en las noches a los menores de edad antes de las 10:00, lo difundieron en cartelera, luego otras prohibiciones".
Ana cuenta que si montan en bicicleta por el parqueadero les llaman la atención con el argumento de que dañan los carros, o les piden que guarden los balones, que no pueden estar en los columpios y si los ven por las noches, que se tienen que entrar a los apartamentos.
Coinciden en que estudian y hacen tareas mañana y tarde, y que en las noches salen a descansar un rato, pero que a donde van los regañan: abajo, arriba, en el parque, afuera del salón social, en las torres.
"Debe haber normas en un conjunto, pero no deben prohibir todo. Los niños tenemos derecho a salir, a disfrutar, a jugar, a compartir con los vecinos. Es parte de la salud mental y física", agrega Ana.
Razones
Lina Isabel Gómez es la administradora desde abril del Conjunto Cerrado Torreón de San Jorge Propiedad Horizontal. Dice que las restricciones no son de ella, pues el 27 de marzo hubo una asamblea en la que se aprobó un manual de convivencia donde están descritas algunas reglas frente a menores de edad, entre otros aspectos del conjunto.
"Que yo llame a regañarlos, no, directamente con ellos no me meto. Solo una vez les hice el comentario para que no usaran los juegos de los niños porque son hasta 10 años y ellos son más grandecitos. Las restricciones, o mejor normas, vienen aprobadas desde la Asamblea con el manual de convivencia".
Al preguntarle cuáles son las normas para los menores de edad, solicitó hablar antes con el presidente del Consejo de Administración. "Lo que yo hago es ejecutar reglas y órdenes del Consejo y la Asamblea". Dijo que llamaría posteriormente y no lo hizo, ni respondió las llamadas que este diario le hizo durante dos días.
Quien la antecedió en el cargo es Braulio Rodrigo Henao, que estuvo tres años como administrador. Manifiesta que nunca tuvo problemas con los menores de edad, aunque algunas veces le tocó llamarles la atención, pero que lo hacía de forma amigable, y que hasta jugaba fútbol con ellos en el parqueadero. "Para mí es mucho más importante la relación humana que lo económico".
Señala que es normal que los niños salgan en las noches, pues todo el día permanecen encerrados, y que cuando lo hacen es difícil que se queden callados o que no juegen. "Las prohibiciones no tienen sentido. El manual de convivencia tiene cosas muy buenas, pero cuando se relaciona con los niños viola todos los derechos que ellos tienen, porque son de protección especial".
Un abogado consultado por LA PATRIA expresa que las reglas aprobadas por la mayoría, en casos de propiedades horizontales, condominios o unidades residenciales, en principio gozarían de presunción de legalidad y son de obligatorio cumplimiento.
"Como se presentan normas que atentan contra derechos fundamentales, en este caso de la niñez y la adolescencia y en general de habitantes del conjunto, tendrían que dejarlas sin vigencia, pero como fueron aprobadas por la asamblea de socios o de propietarios tendrían que convocar a una nueva asamblea para modificar ellos mismos el manual de convivencia".
Agrega que cabría la posibilidad de que como se están vulnerando derechos fundamentales, mientras se hace todo este trámite o en caso de que no quieran modificar las normas, los adolescentes, a través de sus representantes legales (padres), podrían presentar una tutela para solicitar la protección de los derechos al disfrute de la propiedad, a la recreación, a la diversión, a la movilización.
Recomienda que cuando se hagan asambleas de propietarios o de copropietarios, asistan; que hagan valer sus puntos, porque es muy frecuente que no vayan o si lo hacen guarden silencio y dejen montar normas y disposiciones que atentan contra los principios de ellos mismos.
Ximena Norato, directora de la Agencia Pandi Comunicación y Derechos Humanos -entidad que vela por la protección de los derechos de los niños-, asegura que ningún reglamento de copropiedad está por encima de la Constitución ni del Código de Infancia y Adolescencia, que consagran derechos fundamentales al juego, la recreación y la libertad.
"Celebro que los niños también estén haciendo un respetuoso y libre ejercicio de participación, y que sus voces sean escuchadas y tenidas en cuenta cuando se toman decisiones que los afecten. Mi primer aplauso es para ellos".
Indica que la supervisión, cuidado y protección de niños y adolescentes está en cabeza de sus padres y representantes legales, quienes definen en cada hogar y en razón de la edad de cada niño y de su condición, hasta qué horas puede jugar y en dónde.
"También hay que tener en cuenta que el ejercicio del derecho no puede vulnerar a otras personas; es decir, si se restringe jugar fútbol en el parqueadero porque golpean los carros, entonces lo más respetuoso es tener una reunión con los niños y adolescentes, determinar espacios donde pueden estar y explicarles por qué; cuál es el comportamiento que se espera de una persona cuando esté en un área común, porque los niños y adolescentes también son personas, no los puedo restringir en sus libertades, y por su puesto es además la obligación de los padres velar porque el niño que se está criando comprenda y respete las normas que permiten convivir en sociedad".
* Jerónimo, 14 años
Lo que están haciendo es muy mal. La administradora llama a los porteros y nos dicen que nos vayamos para otro lado, lo hacemos y allá también nos molestan, estamos de un lado para otro. Mis papás dicen que está muy mal hecho, todos necesitamos actividad para tener salud.
Catalina, 12 años
Es muy incómodo que nos estén tomando fotos, vigilando por cámaras. No tienen permiso. Mis padres nos apoyan, no están de acuerdo con lo que está sucediendo.
Valentina, 12 años
No me parece que no nos dejen salir, cuando es el momento que tenemos para distraernos. Nos estamos cuidando con todas las medidas de tapabocas y distanciamiento.
Andrea, 14 años
Jugar es algo muy normal, pero está muy fuera de lugar que nos estén regañando por eso; no estamos haciendo nada malo. No tienen buenos argumentos para justificar eso.
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