Alcalde tuvo que acudir al Colegio Divina Providencia a mediar en protesta de alumnas y padres

Padres de familia y estudiantes del Colegio Divina Providencia, al enterarse esta mañana del cierre del plantel educativo a partir del 2014  salieron a las afueras a protestar, incluso anunciaron una marcha hasta la Alcaldía de Manizales para pedirle al mandatario local, Jorge Eduardo Rojas, solución al problema.
Cuando el alcalde se enteró de esta determinación anunció que se trasladaría al Colegio para explicarle a la comunidad educativa la situación. A las 8:35 de la mañana llegó y se reunió con directivas, padres, estudiantes y docentes. Después de exponer que colegios como la Divina Providencia, Cristo y Perpetuo Socorro ya pueden abrir sus cupos completos para el 2014 firmó en presencia de los asistentes una carta en la que garantiza esta determinación.
La ampliación de cupos les permitirá a estas instituciones contar con más recursos, que es el problema de la Divina Providencia para poder mantenerse. Actualmente tiene un déficit de $91 millones que cubriría la Comunidad de Hermanas Terciarias Capuchinas, a la que pertenece el plantel, pues además, los padres de familia poco colaboran para el sostenimiento.
Lo que bajó los ánimos alterados de padres y alumnas fue el compromiso público que hizo el alcalde de hacer lo posible para mantener el Colegio abierto, buscando convencer a las directivas de la Comunidad de Hermanas Terciarias Capuchinas para que echen para atrás la decisión de cerrar la institución por falta de garantías económicas.
Conformaron una comisión integrada por el mandatario, la secretaria de Educación, un delegado de la Alcaldía en la parte financiera, la rectora del Colegio, representantes de los padres de familia y de las alumnas, que harán un informe y gestionarán con la Comunidad religiosa.
Mientras tanto, los padres de familia deben esperar los resultados de esta comisión para determinar si pueden mantener a sus hijas en la Divina Providencia o deben ser reubicadas en otros colegios en caso de que la Comunidad religiosa se niegue a aceptar la continuidad.