
Ellos usan camuflado, pero no son soldados; hablan de estrategia y ataques pero nunca han disparado un arma real; usan jerga militar pero no pertenecen a ninguna milicia. Ellos son simplemente practicantes de airsoft, un deporte que nació en Oriente a mediados del siglo pasado y que ahora coge fuerza en Manizales.
Este deporte apareció en Japón debido a que después de la segunda Guerra Mundial se prohibió el porte de armas a personas civiles. Fue justo ahí cuando se desarrollaron copias exactas a escala 1:1 de las armas de fuego reales, abriendo una posibilidad a las personas que querían tener un arma pero sin estar en contra de la ley.
“Esto es una pasión. Es un deporte que necesita de mucha actividad física, donde se promueve el compañerismo y el respeto por el otro, pues debido a que los impactos de los “bbs” (munición de estas réplicas) no dejan marca, el honor se hace visible, porque tengo que tener la valentía de aceptar que me dieron y que debo salir del juego”, dijo Alejandro Quintero, líder de uno de los equipos de airsoft que hay en Manizales.
Las réplicas de armas que se usan en airsoft se denominan como Dispositivos Neumáticos de Airsoft (DNA).
“Estos dispositivos trabajan con baterías y nada tienen que ver con el funcionamiento de un arma real. Los bbs golpean fuerte y pueden causar lesiones en los ojos, y por eso el uso de las gafas es obligatorio, pero nunca se podría matar a alguien con una DNA”, puntualizó Quintero.
Quienes practican el airsoft han tenido que sortear señalamientos de algunas personas, incluso de autoridades que los tildan de promover el terrorismo o de usar sus réplicas de armas para intimidar.
“Nosotros no estamos afiliados a ningún grupo político, ni guerrillero, ni militar, ni nada, simplemente tenemos indumentaria camuflada porque hace parte de la estrategia del juego de mimetizarse en el ambiente. Es más, los trajes que usamos son del extranjero y no de Colombia. No podemos usar uniformes que son de uso privativo de las Fuerzas Armadas colombianas”, afirmó Alejandro Quintero.
Por regla general, los integrantes de estos clubes no pueden usar los uniformes de juego en otro espacio distinto al de práctica. “No somos militares ni nada por el estilo, por eso no debemos salir a la calle con los camuflados, eso es solo para practicarlo aquí en el campo. No queremos confundir a nadie, ni mucho menos hacernos pasar por algo que no somos”, aseguró Leonardo Bedoya, administrador del lugar de práctica en Manizales.
Cualquier persona puede practicar el airsoft. Si desea puede ir al campo que se encuentra ubicado en la vía entre el control de busetas de Villa Pilar y La Linda, unas cuantas cuadras después del hospital geriátrico San Isidro.
Según el administrador del campo, Leonardo Bedoya, la idea es que entre más gente vaya a jugar más se disfruta la experiencia. “Algunas personas ya tienen réplicas propias, pero en caso de que no las tengan acá las prestamos para que puedan jugar”, puntualizó.
Para quienes deseen practicar este deporte deberán adquirir una DNA. Aunque hay muchos estilos y tipos, los precios de las réplicas de armas para airsoft pueden costar desde 500 mil pesos en adelante.
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