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La buseta que le donó la Alcaldía de Manizales al Hospital Geriátrico seguía parada en febrero del año pasado.
ALEXANDRA SERNA
LA PATRIA | MANIZALES
Lo que queda del antiguo Hospital de Caldas enfrenta un elevado pasivo pensional y sus ingresos no alcanzan a cubrir los gastos de funcionamiento. Para el Hospital Geriátrico, que también es una Empresa Social del Estado (ESE), el mayor reto es superar una posible inviabilidad financiera.
Estas son las principales conclusiones de las auditorías que realizó la Contraloría Municipal por la labor durante el 2011 en estas ESE. Lindon Alberto Chavarriaga, contralor municipal, afirmó que hicieron funciones de advertencia para que cada entidad corrija los riesgos encontrados.
Una función de advertencia no obliga, pero sí previene para evitar llegar a situaciones graves. LA PATRIA presenta los principales hallazgos y las respuestas que las entidades le dieron al órgano de control.
Servicios Especiales de Salud (SES) realizó un convenio en 2007 con el antiguo Hospital Universitario de Caldas para prestar servicios de salud en sus instalaciones. En 2009 cambió el convenio, el pago del arrendamiento ya no se haría con base en los ingresos brutos, sino de acuerdo a los resultados de la operación. Con el primer convenio la ESE recibió $3.433 millones, y con el segundo $1.056 millones, hasta diciembre de 2011. Además, SES aumentó las provisiones (dineros que se reservan) para la reposición y mantenimiento de equipos. La Contraloría abre indagación preliminar para establecer si se afectan las utilidades.
Respuesta de la ESE: aunque SES hizo proyecciones financieras para cambiar el convenio, argumenta que las condiciones del mercado y las cuantiosas deudas por la prestación de servicios de salud han impedido cumplir.
En por lo menos cinco contratos se vio que se constituyeron pólizas una vez terminaron los contrato; pagaron estampillas en la fase de ejecución y no de legalización; expidieron certificados y registros presupuestales fuera de los términos legales, y hubo desfase en las fechas de las actas de inicio.
Respuesta de la ESE: en tres de los cinco contratos no hay desfases en fechas, por el contrario, están los documentos que demuestran que las pólizas coinciden con las actas de inicio. Control Interno ha hecho auditorías para corregir.
Como el antiguo Hospital de Caldas arrendó sus instalaciones a SES, alquiló una bodega en Los Alcázares para guardar el archivo. Entre 2011 y 2012 pagó por arrendamiento de un inmueble $15 millones 225 mil, que podrían representar un daño patrimonial para la entidad por una gestión ineficiente.
Respuesta de la ESE: la remodelación del Hospital no incluyó un espacio para el archivo institucional porque no alcanzaban los recursos. La idea es depurar las historias clínicas de SES para que abra espacio para estos documentos.
Los ingresos del centro asistencial son insuficientes para cubrir los gastos de funcionamiento, y preocupa que la principal fuente de financiación haya sido el Estado. El programa de farmacodependencia, cerrado en noviembre de 2011, no generó rentabilidad.
Respuesta del Geriátrico: la entidad ha prestado sus servicios con eficiencia en la medida de su capacidad presupuestal. Hay desventajas como el monopolio de la contratación de ciertos servicios de la baja complejidad con Assbasalud. No obstante, abrimos el servicio de mediana complejidad como una alternativa de financiación.
La Alcaldía donó en 2008 una buseta al Hospital Geriátrico para transportar a pacientes con discapacidad y adultos mayores, pero no la han usado. Tampoco está asegurada, lo que amerita el traslado del caso a la Procuraduría. Además, el centro asistencial compró ese mismo año ocho ventiladores por $6 millones 146 mil que no han sido instalados y están guardados en el almacén.
Respuesta del Geriátrico: el contrato de donación decía que el vehículo estaba en excelente estado, pero la revisión mostró que el motor estaba dañado, y el mismo asegurador planteó que resultaría más costosa la póliza. En noviembre de 2011 se quiso devolver el vehículo, pero la Alcaldía se negó, y no se pronunció sobre su reparación. En cuanto a los ventiladores, la gerencia del Hospital (en cabeza de Diego Luis Arango) denunció la situación para que la Contraloría investigara.
A un contrato de $100 millones 434 mil para el servicio de lavado y secado de ropa le hicieron una adición de $1 millón 233 mil sin justificación, pues la labor que supuestamente implicaba el aumento (seleccionar la ropa según las necesidades de los pacientes) estaba incluida en las tareas del contratista.
Respuesta del Geriátrico: para el proceso de selección de la ropa era necesario contar con otro operario, lo que originó un otro sí del contrato.
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