
MÓNICA FRANCO
LA PATRIA | MANIZALES
Acuaterra presentó ayer los detalles del porqué el tubo no tuvo la culpa en el siniestro que terminó con la vida de 48 personas en un deslizamiento el 5 de noviembre pasado en el barrio Cervantes.
LA PATRIA ya había publicado el resultado del estudio que contrató Aguas de Manizales: el pasado 5 de junio se informó que primero fue el deslizamiento y luego el daño de la tubería. Ahora profundizan en cómo llegaron a ese resultado.
"Analizamos las características geológicas y geomorfológicas de la zona y se determinó que hubo factores naturales que provocaron el siniestro", dijo ayer el gerente de Acuaterra, Walter Estrada Trujillo, al ratificar que el detonante real fueron las intensas lluvias del día anterior a la tragedia, en una zona que, según ellos, ya presentaba inestabilidad.
"Para esa fecha y hasta las 6:00 de la mañana cuando ocurrió el hecho, habían caído, según registró de la Red hidrometeorológica, que hace parte del Instituto de Estudios Ambientales, 64 milímetros", dijo.
Esa cantidad sumada a la de los anteriores 25 días, según él, rayaba con el límite de alerta de amenaza roja que se ha considerado en Manizales. Resaltó que este no sería el primer caso de deslizamiento por esta causa que se presente en la ciudad: "podemos recordar eventos como el del barrio San Fernando y La Carola".
Retomando
Estrada Trujillo afirmó que estudiaron la tubería, a la que tuvieron acceso en abril de este año, cuando la Fiscalía autorizó y encontraron que el tubo de asbesto cemento de 16 pulgadas cumplía con las exigencias de la norma de calidad ISO (antigua) y tenía un diámetro para soportar presión suficiente para recibir el agua que había faltado en Cervantes y en la ciudad en octubre.
"Esas tuberías tienen uniones simples que se han llamado 'gato' y tienen un empaque de caucho en cada extremo que impide la salida del agua. Esa salida solo se podría producir en caso de que haya un desempate al que llegaría si se produce una deflexión mayor a dos grados", explicó. Según el estudio, esa deflexión o desviación la habría producido el movimiento de tierra.
Al analizar además la historia de la zona encontraron que había gran parte de relleno, que se utilizó para la construcción de la vía del ferrocarril y para urbanizar. "Miramos las imágenes aéreas que se han tomado desde hace años, viendo la evolución de todos estos llenos y concluimos que han influido para que la ladera presente los desniveles y problemas que la misma comunidad había denunciado".
Sobre las quejas de los vecino, Estrada Trujillo manifestó que Corpocaldas conocía desde el 2009 la preocupación de muchas personas que notaban grietas y daños en el pavimento, pero que nunca se les puso atención. Jhon Jairo Chisco, director de Infraestructura Ambiental de Corpocaldas, indicó que conocía de quejas que se atendieron en el sector aledaño al de la tragedia, pero que la ladera nunca estuvo catalogada como zona de alto riesgo, y que de haber sido así se habría atendido con el Municipio y la OMPAD para tomar las decisiones necesarias.
"En los días anteriores al siniestro personal de Guardianes de la Ladera estuvo realizando obras de mantenimiento, pero no reportaron ningún indicio de inestabilidad, agrietamientos o afloramientos de agua que no estuviesen allí con anterioridad y que nos permitiera identificar algo anormal", concluyó.
Más pruebas
Acuaterra argumenta que "allí hubo factores coadyuvantes que demostraban la deformación de la ladera: fisuras en edificaciones de la zona, juntas y sardineles separados, el Jardín Infantil presentaba grietas, bodegas de Única sin techo que acumulaban agua que saturaba el suelo, entre muchas otras, que comprometieron la tubería que por allí pasaba y la involucró dentro de ese fenómeno", sostuvo Estrada Trujillo.
Negó que los tubos hubieran estallado, porque al comparar la posición y el espacio que había entre la tubería de arriba y la de abajo, se puede constatar que está completa y que solo una parte tenía un despotricado pequeño, que seguramente se dio cuando los empaques se resistían a dejar escapar el agua.
Juan David Arango Gartner, gerente de Aguas de Manizales, afirmó que este estudio y el de Acuaservicios (ver recuadro No coinciden) son conceptos técnicos que habrá que respaldar con investigaciones en universidades, pues aún hay interrogantes que deben ser resueltos. Afirmó que gestionaron ante la Universidad Nacional esta posibilidad, pero se abstuvo porque adelanta otro estudio con los entes de control y la Fiscalía. "Hemos contactado con otras universidades, pero aún no hay nada concertado", anotó.
Sobre las demandas que adelantan los damnificados de la tragedia, indicó que los jueces y los entes de control deberán adelantar las investigaciones, pero que seguramente ellos tendrán como insumo de defensa el estudio de Acuaterra.
No coinciden
Acuaservicios fue la empresa contratada por los damnificados de Cervantes para determinar de quién fue la culpa. Esa firma encontró que la zona alrededor de la tubería en Cervantes era la más saturada, y que existía una fuente de agua que tenía que provenir de algún lado. Establecieron que los suelos en general, exceptuando los alrededores de las tuberías, no estaban saturados sino húmedos por la época invernal, y no reportaban niveles de riesgo.
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