ANDRÉS RODELO
LA PATRIA | MANIZALES
Cuando los amigos de Hilda Marín visitan su casa, en la carrera 23 con calle 74, de Milán, son recibidos por plantas de diversa clase en la entrada de la vivienda. Ella las riega y las cuida, como amante de la naturaleza que es. Era de esperarse que el anuncio de la Alcaldía a finales del mes pasado de talar 99 árboles urapanes en el barrio para construir un bulevar no le hiciera gracia, ni siquiera ahora que se ha confirmado que serán talados 65 de los 99 tras haberlo estudiado junto al colectivo No a la tala de árboles en Milán, que se opuso desde el comienzo.
Además de defensora de medio ambiente, Hilda es arquitecta. "Esto es un problema de falta de creatividad. Un arquitecto o un ingeniero que vaya a diseñar una obra sobre un sector como este, con tanta vegetación, debe tenerla en cuenta. La infraestructura debe adaptarse a las necesidades de los urapanes. Hay que hacer un diseño que sea acorde".
El español Ángel Labrador comparte este concepto. Él es miembro del colectivo No a la tala de árboles en Milán, que ató cintas púrpuras a los 65 urapanes a manera de duelo. Dice que en su natal Toledo no hay una naturaleza exuberante y variada como la de Manizales, lo cual ha hecho que valore el entorno ecológico. Critica la falta de cultura ciudadana de habitantes y comerciantes del sector. "Podaron y echaron veneno a los árboles, pues muchos consideran que los perjudica. La gente no aprecia la vida natural de Manizales, pues tiene mucha, pero cuando no la tenga lo lamentarán".
Ángel añade que las personas que atacan los árboles argumentan que "les quitan luz o les molestan las ramas que caen en las tejas. He escuchado motivos tan peregrinos como decir que son tan gordos y tan grandes que los ladrones se esconden detrás de ellos para asaltar a la gente. Los árboles no tienen la culpa. Eso es un problema de seguridad", dice.
El estudio
Juan David Peláez es ingeniero agrónomo que fue contactado por el colectivo ecológico para definir cuáles estaban enfermos, cuáles se podían adecuar a los diseños del bulevar y cuáles debían ser talados. Así se acordó con la Alcaldía después de que diera marcha atrás a su pretensión de derribar los 99 urapanes.
Tras un diagnóstico inicial, Peláez notó que varios árboles estaban anillados, es decir, les hicieron un corte de 360 grados en el tronco para matarlos impidiendo que se nutran. "Luego detectamos que 90 árboles estaban infectados por una plaga llamada tropidosteptes, con una severidad que oscila entre el 20 y el 70%".
El ingeniero añade: "Perforamos las raíces y los tallos. Detectamos pudrición en varios, lo que les da una expectativa de vida de uno o dos años. En otros casos percibimos síntomas de senescencia, que es la muerte natural del árbol. Tras la evaluación concluimos que había 38 urapanes sanos, de los cuales cuatro deberán ser talados, porque interfieren con el sistema de alcantarillado, andenes, calles y fachadas de casas del barrio, lo que deja la cifra de árboles salvados en 34".
Los miembros del colectivo denuncian que la Alcaldía no contribuyó en la realización del estudio técnico, que corrió por cuenta de los primeros. Ahora buscan salvar un último árbol ubicado al frente del Colegio Santa Inés, que goza de salud, pero que la Administración considera un obstáculo para el desarrollo de la obra de infraestructura.
La Administración Municipal sembrará guayacanes amarillos para reemplazar los urapanes talados. La intervención comenzará el próximo lunes.
Habla la Alcaldía
Jorge Eliécer Rivillas, secretario de Obras de Manizales, expresó: "En aras de concertar la intervención vemos que estos 34 árboles pueden integrarse sin ninguna dificultad al bulevar. Cabe aclarar que la tala fue socializada con la comunidad cuando iban a ser derribados, incialmente, los 99 urapanes. Previo a la obra hubo manifestaciones y esta Administración optó por revisar y analizar las posiciones adicionales".
Sobre la supuesta falta de apoyo de la Alcaldía en la realización del estudio de los árboles, Rivillas aclaró: "El equipo técnico de la Secretaría de Obras hizo los exámenes junto a los miembros de la plataforma No a la tala de árboles en Milán. Las reuniones y decisiones se tomaron de manera conjunta. Si la pregunta es si recibieron algún pago de la Alcaldía, la respuesta es no. Además ellos estaban haciendo un trabajo voluntario".
Juan David Castaño
Es incoherente que la Alcaldía propenda por la construcción verde, pero que tale árboles para realizar sus obras.
Luz Adriana Arias
Unos árboles están ocasionando daños en las viviendas, pero no estoy de acuerdo con que talen 65. Son muchos.
María Eugenia Agudelo
Las raíces de unos están tumbando las casas. Eso hay que solucionarlo, pero tampoco para que tumben 65.
María Eugenia González
Los árboles le dan belleza a la avenida. Son vida. Aceptaría que tumben cinco que están feos, pero no más.
Este es el árbol que la plataforma ecológica busca salvar, pues goza de buena salud. La Alcaldía considera que hay que derribarlo, debido a que interfiere con la construcción del bulevar.
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