EFE | LA PATRIA | Bogotá
12 años han pasado desde que Colombia ganó en Sydney 2000 la que hasta ahora ha sido la única medalla de oro olímpico de su historia, con la levantadora de pesas María Isabel Urrutia, quien hoy, a sus 47 años, confía en que por fin las preseas de color dorado aumenten para este país en Londres 2012.
"Dios quiera que esta sea la oportunidad para volver a ganar una nueva medalla de oro, creo que hay posibilidades con deportistas como Mariana Pajón en bicicrós, o Catherine Ibargüen en el salto triple, y en un tercer puesto Oscar Figueroa en levantamiento de pesas", aseguró a Efe, la ex deportista colombiana.
Pero mientras los colombianos esperan la llegada de las próximas justas olímpicas, la propia Urrutia recuerda ese 20 de septiembre del año 2000, cuando con 35 años escribió la más importante página en la historia del deporte colombiano, en Sydney, Australia.
"Creo que esa medalla la recuerdo ahora más que antes, pero no con nostalgia sino con mucha alegría por lo que se hizo, porque uno se empieza a dar cuenta de que fue una hazaña muy fuerte y muy dura por llegar a la parte más alta del podio de unos Juegos Olímpicos", recordó Urrutia a Efe.
Y es que ella no olvida los sacrificios, las dietas y el estricto trabajo de su entrenador búlgaro Gantcho Karouskov, para que bajara de peso y pudiera participar en la categoría de los 75 kilogramos.
"La verdad es que hoy recuerdo todo eso y le doy gracias a Dios y a Gantcho (Karouskov) que fuera tan drástico conmigo, y me prohibiera comer y me obligara a entrenar muy duro, porque la competencia terminó con un triple empate y yo fui la más liviana por eso gané, además porque fui la primera que hizo el intento", manifestó Urrutia.
La colombiana superó por su peso a la Nigeriana Ruth Ogbeifo y a la Taiwanesa Yi-Hang Kuo, medallas de plata y bronce, respectivamente.
Ella, quien había comenzado practicando el lanzamiento de jabalina, y de disco, había optado por seguir el consejo de su entrenador para dedicarse mejor al levantamiento de pesas, deporte que a la postre la bañó de oro olímpico.
"Lo que más me alegra de haber alcanzado esa medalla, y lo más importante ha sido el cariño de los colombianos y ese respeto y esa alegría que se sintió en ese momento y que todavía encuentro en gente que vibra cuando me conoce por el hecho de haber estado en el podio olímpico", señaló.
Urrutia, que con el tiempo y alejada de la práctica del deporte se dedicó a la política para llegar a ser Representante a la Cámara, y que luego fue candidata a la Alcaldía de Cali (suroeste), hoy recuerda también que la medalla de oro le significó un incentivo económico de 50.000 dólares.
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