Los 100 metros, 10 segundos de emoción

Ricardo López Gómez

LA PATRIA | Manizales

Son 9 segundos, casi 10, en los que cualquier pestañeo significa perderse el momento cumbre. Es una de las pruebas más esperadas en los Juegos Olímpicos, pero la emoción es efímera.

Los 100 metros planos son considerados como la competencia reina en el atletismo. Hoy, en Londres, los mejores velocistas estarán en la pista del estadio Olímpico en busca de cruzar primeros la línea de meta.

Los ojos están puestos en Usaín Bolt, máxima figura y candidato a revalidar el oro logrado en Beijing 2008, donde además impuso récord olímpico con 9 segundos con 69 centésimas. Un año después, en el 2009, marcó nuevo récord del mundo en los Mundiales de Berlín con 9 segundos 58 centésimas. Tiempazo para el que es considerado un fuera de serie.

Estos tiempos son el referente para los corredores que pretenden dejar huella en distintos torneos, sean intercolegiados, municipales, departamentales, nacionales o internacionales.

Daniel Gruesso, corredor del Valle del Cauca, impuso el récord nacional de los 100 metros en los pasados Juegos Nacionales que se celebraron en Cali. El velocista marcó 10 segundos 17 centésimas, nada malo si se tiene en cuenta que el récord suramericano lo tiene el brasilero Robson Da Silva, que marcó 10 segundos en Ciudad de México en 1988.

Así como estos atletas, también hay otros corredores anónimos que no son portadas de las revistas ni periódicos y que tienen sus propias marcas que recuerdan con orgullo.

Un veterano con tiempazos

"10 segundos con 50 centésimas". Mario Molina tiene muy presente este registro cuando se le pregunta cuál es su mejor marca en los 100 metros planos. "Ese es el récord departamental y todavía está vigente. Lo impuse en 1969 en la pista del viejo estadio Fernando Londoño", afirma este manizaleño, hoy con 62 años y que otrora fue uno de los mejores velocistas que tuvo Caldas y el país en los distintos torneos nacionales.

"En ese tiempo tenía 19 años. Comencé a correr desde que tenía 16 años en la Normal Departamental. Eran tiempos en los que acá eramos muy buenos para la velocidad", dice Mario, que compitió en sus primeros juegos intercolegiados en 1968. "Luego vinieron los municipales, departamentales y nacionales. En juvenil y élite, a nivel nacional, siempre fui segundo o tercero. Pero a nivel local siempre fui primero", recuerda este corredor que aún se mantiene vigente, pues tiene los records en categoría máster.

"¿Que qué significan los 100 metros planos?, pues son lo máximo. Son las competencias reinas en unos Juegos, es lo mejor que puede haber", comenta Mario, que viene de ganar medalla de oro en los Nacionales máster en Medellín y en noviembre estará en el Suramericano Máster en Arequipa (Perú).

Por ahora, Mario se alista para disfrutar de todas las pruebas de atletismo que habrá en Londres. Hoy, cuando se corran los 100 metros planos, estará pegado a la pantalla de su televisor. "Claro, es lo más esperado. Es una alegría y una emoción, pero que dura tan poco. Bolt es el favorito, es un fuera de serie", afirma Molina.

Los más veloces en sus colegios

Los Juegos Intercolegiados siempre serán una buena oportunidad para que esos talentos que se encuentran en los salones de clase, muestren su potencial en las distintas disciplinas.

Daniela Castillo y Leandro Betancur son los primeros en las calificaciones cada que se corren los 100 metros planos en los Juegos Intercolegiados. En las recientes justas, que se realizaron hace un mes en la pista del estadio Palogrande, ambos fueron los mejores en sus respectivas ramas.

Daniela, estudiante del San Luis, paró el cronómetro en 12 segundos 56 centésimas."Es una de las mejores niñas que tengo en la Liga. Viene en un buen proceso", dice Carlos Mario Velásquez, técnico de la Liga.

Por su parte, Leandro, estudiante del San Pío X, colegio que habitualmente domina las competencias atléticas, mantiene la hegemonía de los 100 metros en los últimos años. Su marca es de 11 segundos 2 centésimas. "Para un atleta la prueba de los 100 metros en lo más importante. Es donde uno siente de todo. Eso sí, ahí uno no puede pensar mucho porque es demasiado corta", dice Betancur, que admite que siempre sigue a Usaín Bolt, tanto en la pista como fuera de ella. "Lo escucho mucho cuando habla en las entrevistas. Él dice que el trabajo más importante hay que hacerlo en la mente, que todo es motivación y confianza hacia si mismo", comenta Leandro, que se apasionó con el atletismo desde hace seis años. "Mi sueño es bajar mi marca cerquita a la de Bolt. Hay que trabajar para ello".

Para Carlos Mario, el técnico, los 100 metros planos es una competencia inigualable. "Diríamos que los que compiten allí en los Olímpicos estarán por debajo de los 10 segundos. Así que recorren casi 10 metros por segundo", explica Velásquez, que asegura que Usaín Bolt corre a unos 45 kilómetros por hora.

Hoy en la noche de Londres -3:00 de la tarde hora colombiana-, los llamados Hijos del Viento buscarán la gloria con el oro olímpico.

Serán 9 emocionantes segundos, casi 10. Un momento corto, en el que está prohibido parpadear. Todos van en busca de destronar al más veloz del planeta: Usaín Bolt.

Favoritos

Usaín Bolt sale como el máximo favorito a llevarse el oro en los 100 metros planos. Sin embargo, tendrá en frente a su compatriota Johan Blake, que llega a los Juegos con dos victorias recientes sobre el plusmarquista mundial de 100 y 200 metros.

Blake, su compañero de entrenamientos bajo la dirección de Glenn Mills, aprovechó la descalificación de Bolt por salida falsa en los Mundiales de Daegu 2011 para heredar su título y este año le ha vencido, tanto en 100 como en 200, en las pruebas de selección olímpica jamaicanas.

Y no solo Blake. Aquejado de problemas en la espalda que ponen lastre a su estampida, Bolt se ha demostrado vulnerable los dos últimos años. Desde Pekín 2008 ha sucumbido, no solo frente a Blake, sino también contra el estadounidense Tyson Gay, que recupera la forma a marchas forzadas tras su operación de costilla.

Gay, el segundo atleta más rápido de la historia (9,69), jamás ha tenido en su poder el récord mundial, ni siquiera una medalla olímpica, y pretende olvidar en Londres su fiasco en Pekín, cuando, lastrado por sus molestias físicas, cayó en semifinales y no pudo participar en el festín por las medallas.