Álvaro Mellizo
Efe | LA PATRIA | Lima
Martín Vizcarra, político de provincias con poca experiencia en la arena nacional, asumió ayer la Presidencia de Perú.
Previamente a su juramentación, el Congreso de Perú aceptó la renuncia presentada por Pedro Pablo Kuczynski, luego de que la Junta de Portavoces legislativos acordara los términos que aceptan la dimisión y declarase la vacancia de la presidencia de la República.
Las tareas que tiene Vizcarra serán restaurar la confianza pública en la clase dirigente, avanzar en la lucha contra la corrupción y relanzar una economía estancada por la incertidumbre de los últimos meses.
Todo esto lo deberá realizar en un ambiente crispado, con un Congreso dominado por un partido fujimorista poco dispuesto a conceder nada, sin partido ni cuadros políticos leales a su figura y con pocos aliados nominales.
Los ministros que se desempeñaron con Kuczynski, dañados por los escándalos de corrupción y compra de votos que derribaron a su predecesor, fueron descartados por Vizcarra en su discurso inaugural, paso que le puede suponer una pérdida importante de capital y experiencia política.
Imagen
En un contexto en el que parte de la población y la izquierda parlamentaria exigen la disolución del Congreso y unas elecciones anticipadas, la debilidad de Vizcarra es evidente.
En su haber cuenta con una buena imagen pública cimentada por su labor como gobernador de Moquegua, su carácter tranquilo y conciliador y por, precisamente, permanecer ajeno a los escándalos finales de Kuczynski en la presidencia como embajador de Perú en Canadá.
El año pasado Vizcarra se marchó a Canadá después de que el Congreso que hoy lo juramentó como presidente lo obligara a dimitir del cargo de ministro de Transportes, tras acusarlo de prácticas irregulares en el desarrollo del proyecto del aeropuerto de Cuzco.
Ese escándalo se diluyó y hoy parece que nadie está dispuesto a recordarlo.
También cuenta en principio con el respaldo de las élites económicas, las instituciones empresariales y la Iglesia Católica, básicamente con el pedido de que logre la estabilidad.
Tareas
Martín Vizcarra prometió dureza contra los actos de corrupción que han asolado el país en los últimos meses al tiempo que pidió acabar con las políticas de odio y confrontación entre los poderes del Estado.
Su primera misión será la elección de su Consejo de Ministros, tarea que servirá como prueba de fuego.
Esa elección ya es materia de debate, con los distintos grupos del Congreso. La clave está en saber si apostará por buscar aliados en el lado del fujimorismo o si intentará encontrar apoyos entre el resto de los grupos parlamentarios.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015