EFE|LA PATRIA
Ciudad del Vaticano
El papa selló con un viaje histórico el comienzo de la reconciliación entre Cuba y Estados Unidos, mientras que en el interior de la Curia algunos escándalos dejaron patente las resistencias a las reformas que impulsa. Diplomacia y reformas, con estos lemas Francisco ha vivido el 2015.
El pontífice visitó cuatro continentes. Viajó a Sri Lanka y Filipinas en enero; Sarajevo en junio; Ecuador, Bolivia y Paraguay en julio; Estados Unidos y Cuba en septiembre y a Kenia, Uganda y República Centroafricana en noviembre.
En junio Francisco publicó su primera encíclica, "Laudato si" (Alabado sea), el manifiesto ecologista donde se llama a la responsabilidad en la defensa del medioambiente con un texto que lanza críticas a la desidia del sistema político y financiero.
El año duro para el pontífice lo marcaron los "cuervos" del Vaticano y la salida a la luz de varios escándalos que parecen tener la intención de atacar las reformaslo. La confesión del cura y teólogo polaco y miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Krysztof Charamsa, de que era homosexual y que tenía una pareja llegaba poco antes del inicio del Sínodo de la familia, en octubre.
Después la filtración de una carta con la supuesta firma de 13 cardenales dirigida al papa con acusaciones y críticas de cómo se desarrollaba el Sínodo volvía a causar escándalo. La sorprendente publicación en un periódico italiano de que al papa se le había descubierto un pequeño tumor cerebral volvía a levantar sospechas.
Lo peor estaba por llegar, la Justicia vaticana enviaba a juicio al sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, la exasesora Francesca Chaouqui, el empleado Nicola Maio, y dos periodistas, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, por la filtración y divulgación de documentos de las finanzas de la Sede Apostólica y considerados secretos.
Los documentos publicados en los libros "Via Crucis", de Nuzzi, y "Avarizia", de Fittipaldi, destapaban las irregularidades en las finanzas italianas y el derroche y mal uso de los fondos por miembros de la Curia y cardenales. Francisco explicó que "este triste hecho" no le desviaría del trabajo de reformas que estaba realizando.
El año concluyó con la inauguración del Jubileo de la Misericordia, que se prolongará durante el 2016, y entre fuertes medidas de seguridad ante la alarma por posibles atentados yihadistas.
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