HERNÁN MARTÍN Y ALEX SEGURA
EFE | LA PATRIA | WASHINGTON
La investigación del fiscal especial Robert Mueller no ha encontrado pruebas que incriminen al presidente estadounidense, Donald Trump, ni por haber conspirado con Rusia en las elecciones del 2016 ni por haber obstruido la justicia, aunque dejó la puerta abierta a este último cargo.
"La investigación del fiscal especial no encontró que la campaña de Trump ni ninguna de las personas relacionadas con ella conspiraron o coordinaron con Rusia sus esfuerzos por influir en las elecciones presidenciales de los EE.UU. del 2016", escribió el fiscal general, William Barr, en una carta enviada ayer a los comités judiciales de la Cámara y del Senado.
De acuerdo a Barr, Mueller indicó que "si bien este informe concluye que el presidente no cometió un delito, tampoco lo exonera".
De este modo, el documento hecho público deja "sin resolver si las acciones y la intención del presidente podrían verse como una obstrucción" a la justicia, según Barr.
Sin embargo, Barr argumentó que él y su adjunto, Rod Rosenstein, concluyeron que la evidencia que Mueller había reunido "no es suficiente para establecer que el presidente cometió una ofensa de obstrucción de la justicia".
Después de la divulgación de las principales conclusiones del informe, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, consideró que supone la "total y completa exoneración" de Trump.
Fin a las especulaciones
La publicación de los hallazgos de Mueller pone fin a unos días de especulaciones, después de que el fiscal especial entregase el informe al Departamento de Justicia el viernes.
Ni Trump ni nadie en la Casa Blanca había recibido de antemano el informe de Mueller y tampoco habían sido informados de su contenido, explicó ayer el portavoz presidencial, Hogan Gidley, que acompaña este fin de semana a Trump en su residencia de descanso de Mar-a-Lago, en Florida.
Miembros del Congreso, mayoritariamente demócratas, pero también republicanos, han pedido la difusión íntegra del informe, que ha levantado mucha expectación en EEUU.
Mueller anunció que tras el cierre de la investigación, que duró casi dos años, no planeaba presentar más cargos en relación a este tema.
El fiscal general Barr, nombrado por Trump en diciembre tras despedir a Jeff Sessions luego de haberlo criticado repetidamente por su manejo de esta investigación, de la que se inhibió poco después de ocupar el cargo, no se había comprometido en ningún momento a divulgar el informe una vez hubiera llegado a sus manos.
El informe de Mueller no incluye nuevos cargos ni imputaciones bajo secreto de sumario, lo que descarta la posibilidad de que Trump pueda quedar sujeto a una acusación que se haga pública una vez que abandone la Presidencia, pero es posible que su contenido derive en imputaciones presentadas por las Fiscalías de otros estados.
Trump ha insistido en que esta investigación ha constituido una "caza de brujas" activada por la oposición demócrata y ha negado en todo momento que en la campaña electoral de cara a las elecciones del 2016 hubiera habido un complot entre su equipo y el Gobierno ruso para ayudarlo a ganar socavando la candidatura de Clinton.
34 acusados
A raíz de esta investigación, se ha imputado a 34 personas, incluidos seis exasesores de Trump -Paul Manafort, Rick Gates, George Papadopoulos, Michael Cohen, Michael Flynn y Roger Stone- y 26 rusos que probablemente no serán juzgados porque EE.UU. no tiene tratado de extradición con Rusia.
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