EFE | LA PATRIA | Johannesburgo
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, agradeció ayer al pueblo de Sudáfrica haber "compartido a Nelson Mandela con nosotros", durante el servicio religioso oficial en memoria del fallecido exmandatario. "Mandela es el último libertador del siglo XX", manifestó Obama poco después de ser recibido con una gran ovación en el estadio FNB de Johannesburgo, donde se celebró el oficio.
Obama pronunció estas palabras ante miles de sudafricanos congregados para celebrar el servicio religioso oficial en memoria de Mandela en el estadio FNB de Soweto, donde coincidió por primera vez con el presidente de Cuba, Raúl Castro, a quien saludó antes de pronunciar su discurso (ver recuadro Un apretón de manos "normal").
"Mandela nos enseñó que nada es imposible... hasta que está hecho. (...) Sudáfrica nos enseñó que podemos elegir un mundo donde no haya conflicto, sino justicia y paz", subrayó.
El presidente de EE.UU. criticó que, en contra del legado de Mandela, todavía haya niños sufriendo de hambre, escuelas cerradas, gente perseguida por sus ideas políticas en el mundo: "Eso está ocurriendo hoy", lamentó. Animó, no obstante, a impedir que este progreso lento "nuble el hecho de que nuestro trabajo no está hecho". Por eso instó a abrazar el legado de lucha por la igualdad y libertad de Mandela de forma auténtica por parte de los líderes que, pese a elogiarlo, no lo defienden en sus países.
"Mandela entendió los lazos que unen el espíritu humano", y mencionó la palabra que en Sudáfrica resume ese sentimiento: "ubuntu".
Obama reconoció que Mandela le anima siempre a querer ser "un hombre mejor" y emplazó así a buscar la fortaleza de Mandela y su "grandeza de espíritu" dentro de cada uno. "Cuando la noche es más oscura, pensemos en Madiba", y citó a continuación una célebre cita del icono de la lucha contra el apartheid: "Soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma".
"Te echaremos profundamente de menos. Que Dios bendiga el alma de Nelson Mandela, que Dios bendiga a África", concluyó.
Emotivo adiós
Un centenar de jefes de Estado o de Gobierno participó ayer en el oficio religioso por Mandela, que falleció el pasado jueves. Además de encontrarse en el antiguo gueto negro de Soweto, donde Mandela vivió durante años, el estadio fue escenario en 1990 de uno de los primeros discursos pronunciados después de salir de la cárcel por el que fuera el preso político más famoso del mundo.
Cerca de cien pantallas retransmitieron la ceremonia en espacios públicos de todo el país y en otros tres estadios de Johannesburgo. Decenas de miles de sudafricanos rindieron tributo al expresidente a pesar de la intensa lluvia que caía sobre Johannesburgo.
Pero el mal tiempo que desde primeras horas de la mañana reinó en Johannesburgo y las dificultades de transporte hicieron que no se llenaran las más 90 mil sillas del estadio, que en su momento de mayor afluencia tuvo cubiertas tres cuartas partes de las localidades.
El ánimo y la alegría con que los primeros en llegar ocuparon sus localidades hacían vaticinar una formidable fiesta popular, cuyos mejores momentos se vivieron antes de que el acto se abriera oficialmente.
Protegida del agua que seguía cayendo por la visera del estadio, la multitud que ocupaba la parte superior de uno de los fondos cantaba y bailaba al unísono a medida que decenas de jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo llegaban al recinto para asistir al funeral.
"Nelson Mandela, no hay ninguno como tú", entonaba la masa en zulú, convirtiendo las tribunas en una rítmica marea humana en recuerdo del padre de la Sudáfrica libre y multiétnica. Carteles con retratos suyos compartían protagonismo con las banderas de Sudáfrica en las gradas, adornadas también por vistosos atuendos tradicionales y vestidos africanos con los colores verde, amarillo y negro del Congreso Nacional Africano (CNA), que lideró Mandela.
Como en las vigilias de las últimas noches en el antiguo gueto negro de Soweto, se cantó la Shosholoza, himno de los mineros del sur de África que no falta en ninguna gran cita colectiva de Sudáfrica. Mientras se seguían ocupando asientos, la llegada de la familia de Mandela al estadio encendió las tribunas.
El público aclamó sonoramente a su viuda, la mozambiqueña Graça Machel, cuando los marcadores ofrecieron su imagen entrando al recinto, con la cabeza cubierta por un pañuelo negro, como el resto de indumentaria. Minutos después, Winnie Madikizela-Mandela, exesposa de Madiba y su camarada en la lucha contra el "apartheid", tomaba el protagonismo en la pantalla, redoblando el fervor de las gradas.
Un apretón de manos "normal"
El presidente de Cuba, Raúl Castro, calificó como normal el apretón de manos que se dio ayer en Johannesburgo con el mandatario estadounidense, Barack Obama, durante el funeral del líder sudafricano Nelson Mandela. "Somos civilizados. Si lees mi discurso, ¿lo viste? Obedece a eso", dijo Castro en una breve entrevista con la emisora colombiana La FM desde Johannesburgo.
En un gesto sin precedentes entre gobernantes de Estados Unidos y Cuba, Obama y Castro se saludaron durante el oficio religioso en homenaje a Mandela en el estadio FNB de Johannesburgo, una imagen que le ha dado la vuelta al mundo. "Me han dicho algo de eso", dijo Castro a la emisora al ser preguntado sobre el impacto mediático que ha tenido la histórica imagen.
En el discurso al que hizo alusión en la entrevista, Castro ensalzó a Nelson Mandela como "un ejemplo insuperable para América Latina y el Caribe", y defendió la unidad entre los pueblos. "La humanidad no podrá responder a sus colosales desafíos ni a su propia existencia sin una concentración de esfuerzos entre todas las naciones", manifestó el líder cubano en su intervención.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, le restó importancia al apretón de manos y subrayó que cree que el líder cubano no respeta los derechos básicos en su país. Durante una audiencia en la Cámara de Representantes de EE.UU., respondió a las críticas de la congresista republicana de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen al saludo entre Obama y Castro.
Kerry respondió: "Señoras y caballeros, hoy era un día para de homenajear a Nelson Mandela. El presidente estuvo en un funeral internacional y no eligió quién asistía".
Otro chance para decir adiós
Tras finalizar con un sabor agridulce el primer gran acto popular de despedida de Nelson Mandela, el féretro del expresidente desfilará entre hoy y el viernes por las calles de Pretoria, donde los sudafricanos tienen una nueva oportunidad de decir adiós a su líder. También en esa ciudad tendrá lugar durante esos días la capilla ardiente de Mandela, que será enterrado el domingo en un funeral de Estado en Qunu, la localidad del sureste del país donde creció y había pedido que se le sepultara.
Otras voces
Dilma Roussef, presidenta de Brasil
"Mandela fue la personalidad más extraordinaria del siglo XX".
Ban Ki-moon
"Fue más que un gran líder de su país, fue una de las grandes enseñanzas de la Historia, alguien que predicó con su ejemplo".
Felipe de Borbón, príncipe de Asturias
"Ha sido un hombre querido y respetado en todo el mundo. Uno de los grandes hombres que marcan el final del siglo XX y el inicio del siglo XXI".
Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica
"Fue un luchador por la libertad que rechazó permitir que la brutalidad del apartheid oponerse a su lucha".
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