EFE | LA PATRIA | SAN JOSÉ
"Levántate no, tengas miedo", son las palabras con las que la costarricense Floribeth Mora afirma haber sido curada por Dios de un aneurisma cerebral gracias a la intercesión de Juan Pablo II, horas después de que este fuera beatificado en 2011.
Mora, de 50 años, se presentó ayer ante la prensa de San José para explicar su experiencia, horas después de que el Vaticano anunció que Karol Wojtyla (1920-2005) será elevado a la gloria de los altares por el milagro de su curación en 2011.
La mujer, una ama de casa madre de cuatro hijos, relató con emoción que la noche del 30 de abril de 2011 quería asistir al Estadio Nacional para observar por televisión la transmisión de la beatificación de Juan Pablo II y participar en una jornada de oración, pero los continuos dolores de cabeza y el fuerte tratamiento médico para su aneurisma se lo impidieron.
El día de la beatificación
"No sé cómo me desperté y vi toda la beatificación por televisión en mi casa. Al las 8:00 de la mañana del siguiente día (1 de mayo), me desperté, cuando escucho una voz que me dice: 'levántate, no tengas miedo', y yo estaba sola en mi cuarto", expresó Mora.
Tras escuchar esas palabras, la mujer dice que observó una revista conmemorativa a la beatificación de Juan Pablo II que le habían regalado, y que la imagen del beato alzó sus manos y volvió a escuchar la voz: "levántate, no tengas miedo".
Mora cuenta que en ese momento se puso de pie, salió de su cuarto y se encontró con su esposo Edwin Arce, quien le preguntó qué hacía levantada.
"Le dije a mi esposo: me siento bien. Y desde ese día me paré de esa cama, camino, hablo, estoy bien. El señor me vio con ojos de misericordia por la intercesión de Juan Pablo II, miró a esta mujer indigna y me sanó", expresó Mora.
Un aneurisma
A Floribeth Mora le diagnosticaron un aneurisma cerebral el 14 de abril de 2011, sus esperanzas de vida eran pocas y no podía ser sometida a una operación, ya que los riesgos de morir eran muy elevados, explicó el médico que trató su caso, Alejandro Vargas.
Los fuertes dolores de cabeza le impedían a Floribeth realizar una vida normal y su condición se agravó cuando perdió fuerza en su brazo izquierdo y sentía un adormecimiento de su pierna izquierda.
El 11 de noviembre de 2011, Mora se practicó exámenes de seguimiento de su padecimiento y los médicos determinaron que el aneurisma había desaparecido, sin explicación.
"No vean a esta mujer, vean la realidad. Las explicaciones médicas no existen. yo soy el testimonio de que Dios existe y que él es muy grande. Dios está presente y no me bendijo a mí, bendijo a Costa Rica y al mundo entero", expresó Mora.
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