
David Valenzuela
EFE | LA PATRIA | Naciones Unidas
La amenaza de sanciones contra Siria reapareció ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde los países occidentales defendieron aumentar la presión en un intento por salvar el plan de paz de Kofi Annan antes de que la crisis siria se convierta en una auténtica guerra civil y desestabilice la región.
"Tenemos que hacer mucho más que emitir meros comunicados en los próximos días", dijo el embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, a la salida de las más de tres horas de consultas que el máximo órgano internacional de seguridad tuvo sobre Siria, cuya crisis está en un "punto de inflexión" tras la masacre de Hula.
La llamada a la acción de Lyall Grant fue respaldada por sus colegas de Estados Unidos, Francia y Alemania, quienes subrayaron el apoyo unánime que existe en el Consejo al plan de Annan, pero que no escondieron su preocupación ante su hipotético fracaso y el inicio de un conflicto abierto.
"Queremos iniciar un diálogo entre los miembros del Consejo de Seguridad sobre cómo encontrar una salida a esta trágica situación, cumpliendo con las aspiraciones legítimas de los sirios, antes de que la crisis desencadene en una guerra civil y el caos conquiste tanto Siria como otros países de la región", dijo Lyall Grant.
Ese diálogo contempla la aprobación de sanciones en el Consejo de Seguridad como herramienta de presión sobre el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, para que cumpla con el plan de Annan antes de que sea demasiado tarde.
El problema en el que se encuentra el máximo órgano de seguridad es la negativa de Rusia a unas medidas que no cree necesarias para que el Gobierno y la oposición inicien un diálogo, y que considera que podrían tener un impacto "demasiado severo" sobre la población, dijo el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin.
Más llamados
"No hay más tiempo que perder para salvar el plan de Annan y evitar una deflagración de devastadoras consecuencias regionales", dijo por su parte el embajador adjunto de Francia ante la ONU, Martin Briens.
Fuentes diplomáticas señalaron que pronto se iniciarán contactos entre los distintos miembros para elaborar una propuesta de sanciones concreta con la esperanza de que Rusia ceda algo de terreno para incrementar la presión a Siria.
La comparecencia a puerta cerrada de Ladsous, en persona, y de Guéhenno a través de una videoconferencia desde Ginebra dejó sobre la mesa del Consejo de Seguridad "las violaciones masivas y flagrantes del régimen sirio", así como su "falta de voluntad política" para cumplir con el plan de Annan, detalló Briens.
Tras la reunión de este miércoles y con un sentimiento de urgencia en el ambiente, se espera que el Consejo reciba la visita de Annan en persona el próximo 7 de junio, para que les informe de sus últimos contactos con el régimen sirio.
La preocupación entre los miembros del Consejo de Seguridad se centra también en el futuro de la misión de observadores desarmados, en peligro mientras dure la violencia, por lo que algunos miembros occidentales también abogaron por dotar a la misión con su propia defensa, como otras misiones de la ONU.
La misión de observadores de la ONU en Siria (UNSMIS) denunció una masacre en la provincia siria de Deir al Zur, donde encontraron los cadáveres de 13 personas maniatadas, algunas con disparos en la cabeza, dijo la portavoz de la UNSMIS, Susan Ghosheh, en un comunicado.
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