EFE|LA PATRIA|EL CAIRO
Siria declaró ayer personas no gratas a un buen número de embajadores y personal diplomático de los países occidentales en Damasco, en un movimiento de respuesta a la expulsión la semana pasada de sus representantes en esos estados.
Entre los diplomáticos que deberán abandonar el país figuran los embajadores de España, Estados Unidos, el Reino Unido, Turquía, Francia, Italia y Suiza.
El Ministerio de Asuntos Exteriores adoptó esta medida "siguiendo el principio de trato recíproco", según informó la televisión oficial siria.
A finales del mes pasado, esos estados, además de Japón, Holanda y Australia, expulsaron a los embajadores y diplomáticos sirios en protesta por la masacre de Hula, en el centro de Siria, donde cerca de un centenar de personas murió el pasado 25 de mayo.
De acuerdo con una fuente del ministerio sirio de Exteriores, Damasco considera que "la diplomacia es un medio necesario para la comunicación entre estados para resolver conflictos y problemas", por lo que espera "la vuelta de las relaciones a la normalidad".
En el caso de España, el embajador, Julio Albi, ya fue llamado a consultas por el Ministerio español de Exteriores, el pasado 7 de febrero, y desde entonces no había regresado a Damasco, donde solo permanecían dos funcionarios.
El Ministerio de Exteriores de España decidió mantener a un diplomático para atender las funciones de protección consular de la colonia española, pero seguirá integrado dentro de la delegación de la Unión Europea en Damasco, como sucede desde que el 6 de marzo se cerró la legación diplomática en señal de protesta.
La violencia se recrudeció en Siria desde la masacre de Hula, que ha llevado a los rebeldes a romper su compromiso con el alto el fuego, que entró en vigor el 12 de abril y es violado a diario.
Ataques y coordinación de acción humanitaria
La zona de Al Hafa, en la provincia mediterránea de Latakia, fue blanco ayer de los bombardeos del régimen sirio y de duros combates entre el Ejército y los rebeldes, según la oposición.
Un portavoz del Ejército Libre Sirio (Els), el coronel Sami al Kurdi, informó a Efe por teléfono que las tropas atacaron con proyectiles de mortero y helicópteros las poblaciones de esta zona, en el noroeste de Siria.
Tras estos ataques, los uniformados irrumpieron en varias aldeas, causando nueve muertos, entre ellos dos miembros del Els, agregó el coronel rebelde.
De acuerdo con las informaciones del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, otros 15 soldados de las Fuerzas Armadas sirias murieron en esos combates, algo que no ha sido confirmado por las autoridades.
Además, las fuerzas gubernamentales continuaron bombardeando con tanques y helicópteros, por cuarto día consecutivo, localidades de las provincias centrales de Homs y de Hama, en una jornada que, según los Comités de Coordinación Local (CCL), terminó con cerca de 40 muertos en todo el país.
"Esos ataques brutales pretenden castigar a los civiles que participaron en las protestas contra el régimen. Hasta ahora (el presidente sirio) Bachar al Asad no quiere entender que el pueblo no lo quiere", lamentó el coronel rebelde.
Pese este clima de violencia, Naciones Unidas llegó a un acuerdo con el régimen sirio para abrir cuatro oficinas para coordinar la acción humanitaria en las ciudades de Deraa (sur), Deir el Zur (este), Homs (centro) e Idleb (norte).
Según se anunció ayer durante la tercera reunión del Foro Humanitario sobre Siria en Ginebra, el acuerdo prevé que nueve agencias de la ONU y siete ONG internacionales puedan trabajar sobre el terreno en coordinación con la Media Luna Roja Siria, con el fin de asistir a más de un millón de civiles sirios durante seis meses.
Sobre el terreno sigue desplegada una misión de observadores de la ONU, que tiene como objetivo verificar el cumplimiento del plan de paz del mediador internacional para Siria, Kofi Annan.
En este sentido, los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) -Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin, Catar y Omán- expresaron hoy sus dudas de que se pueda llegar a una solución mediante la iniciativa de Annan.
La UE respalda el acuerdo
La Unión Europea (UE) consideró ayer un "paso positivo" el acuerdo entre el gobierno sirio y la ONU para la apertura de cuatro oficinas que coordinen la acción humanitaria en el país, pero advirtió que Damasco debe terminar con los "retrasos" porque la situación es "desesperante".
Según la comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, el pacto anunciado en la tercera reunión del Foro Humanitario sobre Siria, que tuvo lugar en Ginebra, llega con "retraso".
"Espero que el gobierno sirio coopere totalmente y asegure una rápida implementación del plan de respuesta humanitaria", señaló en un comunicado. Georgieva subrayó que "no hay más tiempo para retrasos ni razones para andarse con rodeos".
"La situación humanitaria en Siria ha pasado de mala a desesperada y miles de civiles inocentes, incluidos niños, están pagando un doloroso precio", denunció la comisaria.
Georgieva recordó a "todas las partes" que deben "respetar y proteger las vidas de los civiles, así como respetar el trabajo del personal humanitario y facilitar su acceso a las personas necesitadas".
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