Ilya U. Topper
Efe | LA PATRIA | Akçakale (Frontera turco-siria)
El tercer día de la ofensiva turca contra las milicias kurdas en Siria deja claro que la operación militar, Fuente de Paz por Ankara, no es ni será un simple paseo militar.
Mientras continuaban los bombardeos cerca de la frontera, el Ministerio de Defensa turco confirmó la muerte de dos soldados. Otros dos murieron en un ataque con morteros contra la base militar turca en Azaz (Siria), a unos 150 kilómetros de la zona de combates, en un territorio que Turquía domina desde el 2016, según informó la cadena turca NTV.
El parte militar asegura que las Fuerzas Armadas turcas se tomaron 13 pueblos en la periferia de Tal Abiad y Ras al Ain, las dos ciudades sirias fronterizas en las que se concentra, de momento, la ofensiva turca.
Pero las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), las milicias kurdas de Siria que dominan esta región desde el 2015, cuando expulsaron a yihadistas como el Estado Islámico (EI), contraatacaron con morteros.
Por su parte, las Fuerzas Armadas turcas aseveraron haber neutralizado -es decir, abatido, herido o capturado- a 342 miembros de las YPG, cifra imposible de verificar.
Caídos
Desde el inicio de la ofensiva, este miércoles, numerosos proyectiles disparados desde Siria cayeron en municipios cercanos a la frontera turca y ya se contabilizan 17 civiles muertos y cerca de un centenar de heridos.
Entre grandes medidas de seguridad, se dio sepultura a un bebé de 9 meses de una familia siria refugiada en Turquía que murió el jueves a causa del impacto de un proyectil en la ciudad turca de Akçakale.
El pequeño fue enterrado con honores de mártir y la presencia del alcalde, Mehmet Yalçinkaya, que lo describió como "sirio y turco, natural de Akçakale, por haber nacido aquí, en una familia que llevaba ocho años con nosotros".
Yalçinkaya, miembro del partido gubernamental Justicia y Desarrollo (AKP), defendió la ofensiva y resaltó que se trata de expulsar de la región fronteriza siria a las YPG, a las que Ankara considera terroristas por sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía.
Enfrentados
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó la determinación de su Gobierno de proseguir con la operación militar en Siria a pesar de las múltiples críticas internacionales, y aseguró que su país no dará marcha atrás hasta lograr el objetivo que busca en el país vecino.
"Digan lo digan, no vamos a detener nuestra marcha contra las YPG/PYD", declaró Erdogan en un discurso televisado, en la inauguración de una conferencia de parlamentarios dedicada a la lucha contra el terrorismo.
El jefe del Estado turco hizo esa declaración mientras en Washington el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenaba preparar sanciones significativas a Ankara por su ofensiva en Siria, mientras el Gobierno de Washington le exigía que no deje escapar ni a una sola persona del Estado Islámico (EI) cautiva en la zona.
Alerta
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas advirtió de que la campaña militar podría traer inseguridad, caos y el riesgo de un resurgimiento del Estado Islámico.
De hecho, el EI se atribuyó un atentado perpetrado ayer con coche bomba en la ciudad siria de Qamishli, controlada por los kurdos, que causó la muerte de cuatro personas.
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