El término paz es de los más nombrados en los últimos días en Venezuela. Esto a propósito de las manifestaciones de calle que se han suscitado en el país desde el pasado 12 de febrero y que han acabado con la vida de 21 venezolanos. En este sentido, el Coordinador del Movimiento Ciudadanos Esperanza Activa, Jesús Pernalete Túa, explicó a El Impulso las implicaciones en nuestro país de esta palabra tan utilizada durante estos tiempos de crisis.
Para este promotor social y artista plástico, la sociedad necesita construir una paz positiva que está basada en cuatro elementos fundamentales: la democracia, el desarme, el desarrollo humano y el desarrollo social. De esta teoría se desprende el nombre de la campaña que promueve en Barquisimeto llamada “PazD4”.
Advierte que en el país se trata de imponer la paz negativa que busca erradicar la protesta mediante la fuerza, el uso de armas y el terrorismo aplicado desde las fuerzas de seguridad del Estado y las sanciones administrativas y judiciales.
Diferencias
Pernalete Túa avisa lo importante que es diferenciar la paz negativa de la positiva y las actitudes pasivas de las pacíficas, pues señala que la protesta dentro del marco constitucional es un derecho y un motor para lograr mejoras sociales y mejor calidad de vida en el país.
-¿En qué se basa el término paz negativa y cómo se aplica en Venezuela?
La paz negativa tiene en sus componentes el uso de la fuerza y la violencia. Es decir, se usa en situación de conflictos en donde interviene como un tercer elemento, que busca imponer la paz a la fuerza para que se calmen las partes en conflicto.
-¿Es esto conveniente en la situación actual?
Es inconveniente porque puede haber un uso excesivo de la fuerza y vemos cómo el gobierno pasó de ser originalmente represivo a terrorista, vemos a la Guardia Nacional disparando, usa de manera desproporcionada armas, porque tirar piedras no implica el uso de un FAL o una nueve milímetro, tampoco violar los derechos humanos.
-¿Cuáles son las consecuencias de imponer la paz?
Muchas complicaciones, hemos visto que el uso excesivo de la fuerza viene acompañado de terror sicológico, de medidas represivas que son de tipo jurídicas, administrativas, como es en el caso de los medios de comunicación, que aunque no es una violencia armada, toman medidas para que bajen la guardia, cierren o se mantengan al margen de la situación de conflicto y del descontento de la ciudadanos.
Esto trae como consecuencia que cuando el tercer elemento desaparece (la fuerza), vuelve la confrontación porque la paz no nació de un común acuerdo, sino que ambas partes fueron calmadas sin evaluar las causas del conflicto.
Vemos declaraciones del Presidente de la Asamblea Nacional diciendo que a toda costa el gobierno tratará de imponer la paz y ese “a toda a costa” implica los recursos del Estado, incluyendo las armas que pueden llevar a una violación masiva de los derechos humanos.
Paz negativa
Sobre cómo interpretar la paz planteada por el Gobierno, el Coordinador del Movimiento Ciudadanos Esperanza Activa, Jesús Pernalete Túa, dijo: Por eso hay una conferencia de Paz y la gente dice que existe una contradicción, y la verdad es que no se está entendiendo la dimensión de esta situación, el Gobierno en la Conferencia de Paz habla de diálogo y en la noche hay una represión brutal, pero es el guión que siguen, el de la paz negativa y esto no coincide con lo que está esperando el ciudadano, que es un comportamiento más acorde con el respeto a la vida y la condición humana.
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