EFE | LA PATRIA | OSLO
El presidente, Juan Manuel Santos, defendió ayer el proceso de paz con las Farc aunque pidió que se aceleren las negociaciones en una visita a Noruega, país garante del diálogo con la guerrilla que quedó establecido en Oslo en 2012.
Santos mantuvo encuentros con varios líderes políticos noruegos, incluida la primera ministra, Erna Solberg, y abrió el Oslo Forum, una mesa redonda sobre mediación y solución de conflictos que organiza cada año el Ministerio de Exteriores de este país nórdico.
Al igual que en otros de los países que ha visitado durante la gira europea que ayer finalizó en Oslo, Santos defendió la vigencia del diálogo pese a los últimos incidentes armados, aunque instó a las Farc a acelerar las negociaciones en La Habana para suspender el conflicto militar.
"Hemos dicho todo el tiempo que no queremos un alto el fuego bilateral antes de que el proceso de paz llegue a su fin. Por eso debemos intensificar las conversaciones para lograrlo lo antes posible", dijo en su comparecencia con Solberg.
Está previsto que los negociadores del Ejecutivo y de la guerrilla inicien hoy en La Habana un nuevo ciclo de diálogos, que se extenderá hasta el próximo 27 de junio, según fuentes oficiales.
Santos resaltó que el proceso actual ha llegado más lejos que negociaciones anteriores, lo que obedece entre otras cosas al papel desempeñado por Noruega, que junto con Cuba hace de garante.
Solberg coincidió también en la importancia de agilizar las conversaciones y señaló como el "gran reto" conseguir que la población perciba que hay avances a pesar de algunos episodios bélicos.
"Pensamos que es importante acelerar las negociaciones, pero tienen que ser las dos partes las que alcancen soluciones. El rol de Noruega es ejercer de facilitador, hablar, discutir y hacer propuestas sobre cómo solucionar los cosas", afirmó.
En el foro
En su intervención posterior en el Oslo Forum, Santos dijo que la solución al conflicto colombiano no pasa por la guerra, aunque defendió el uso de la fuerza como complemento de las negociaciones.
"Sabemos muy bien que una solución militar en el caso de Colombia, y muchos otros conflictos, no es la respuesta", dijo Santos, quien sostuvo no obstante que fue el cambio de correlación de fuerzas con las Farc lo que posibilitó el proceso, al igual que la transformación "radical" en las relaciones con países vecinos.
A la hora de analizar las raíces del conflicto, citó el "fracaso" del Estado a la hora de garantizar su presencia en todo el territorio y el déficit en infraestructuras, que su Gobierno ha tratado de paliar con grandes planes inversores y reformas sociales "profundas".
"Lo he dicho varias veces: en la Habana estamos silenciando las armas y en Colombia estamos construyendo la paz", afirmó el mandatario, resaltando que se ha implementado una Ley de Víctimas y Restitución de tierras pese a continuar el conflicto armado.
Santos tildó de "hito histórico" los acuerdos en tres de los cinco puntos de la mesa de diálogo, destacó la creación de una comisión de la verdad y consideró "inevitable" una solución intermedia entre la paz y la asunción plena de responsabilidades, que debe ser percibida por los colombianos como una "fórmula justa".
"Nos enfrentamos a un terreno inexplorado, aún no hay ejemplos de negociaciones exitosas de paz en la era del Estatuto de Roma. Somos muy conscientes de que estamos sentando un precedente", declaró.
Posición de Uribe
El senador y expresidente Álvaro Uribe, insistió en que el avance del diálogo debe suspenderse sin levantar la mesa, como una forma de respeto a las Fuerzas Armadas, además de darse una concentración de los integrantes de las Farc y con vigilancia. “Sin levantar la mesa significa mantener toda la voluntad de dialogar, mantener la presencia de delegaciones dedicadas a buscar, de manera exclusiva, el cumplimiento de la condición”, explicó.
Frente al sitio de concentración, afirmó: “pudiera ser de extensión prudente, no en zona de frontera, tampoco que coincida con áreas estratégicas para la economía, y carente de población civil”.
Explicó: “nadie pretende que vengan soldados internacionales a ejercer vigilancia sobre la concentración de las Farc, debería ser con instituciones colombianas, pero con la monitoría y presencia de la comunidad internacional, que estarían en permanente comunicación con delegados de las Farc”.
Finalmente, dijo que el tiempo de concentración podría descontarse de las condenas de cárcel a los cabecillas, “hemos repetido que los guerrilleros rasos no deberían ir a la cárcel salvo casos excepcionales de responsabilidad en atrocidades”.
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