Un trabajador que reparaba una línea de alta tensión derribada por el viento murió ayer electrocutado en la localidad de Sarnia (Canadá), con lo que hasta el cierre de esta edición eran dos las víctimas mortales del huracán Sandy en ese país norteamericano.
El lunes pasado, casi al mismo tiempo que tocaba tierra en Nueva Jersey (EE.UU.), una mujer murió en Toronto (a casi 900 kilómetros de distancia del núcleo del huracán) tras recibir el impacto de un cartel publicitario derribado por el viento.
Las localidades de Toronto y Sarnia fueron las más afectadas por rachas de viento huracanado que se aproximaron a los 100 kilómetros por hora.
El Servicio Meteorológico canadiense dijo el martes pasado que Sandy se había debilitado y había perdido todas sus "características tropicales" en su camino hacia Canadá.
Pero los meteorólogos de ese país anunciaron ayer que la tormenta generará fuertes lluvias y traerá bajas temperaturas y nevadas en la zona suroriental.
Vientos huracanados asociados con Sandy dejaron el lunes y el martes a unos 200 mil habitantes sin el servicio de electricidad, como consecuencia del derribo de líneas de alta tensión.
En EE.UU.
La celebración de Halloween de este año se encontró ayer con un escenario tan inesperado como desolador en Estados Unidos, tras los estragos que causó Sandy y que obligaron a aplazar el tradicional desfile de Nueva York, así como las celebraciones en Nueva Jersey.
En las áreas donde el huracán no tuvo efectos tan devastadores, sin embargo, el empeño ciudadano por mantener una tradición tan arraigada como la Noche de Brujas hizo que las tiendas de disfraces y complementos se vieran abarrotadas de compradores de última hora.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, afirmó en rueda de prensa que previsiblemente la celebración del desfile se trasladará a la próxima semana, aunque no especificó la fecha.
El gobernador del estado de Nueva Jersey, Chris Christie, emitió ayer una orden ejecutiva según la cual se atrasan las celebraciones de Halloween en todo el estado ante el caos que se vive a causa de las consecuencias de Sandy.
"He tomado esta decisión para minimizar los riesgos", declaró Christie en un comunicado en el que añadió que, por "necesidad y sentido común", la festividad se pospondrá hasta el próximo lunes, un día antes de las elecciones presidenciales.
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