EFE | LA PATRIA | NUEVA YORK
La historia de Sayfullo Saipov se parece a la de miles de inmigrantes que recalan cada año en EE.UU. persiguiendo el sueño americano: llegó sin saber inglés y con ganas de prosperar, pero en algún momento su destino se torció y acabó perpetrando el mayor atentado en Nueva York desde el 11-S.
El uzbeko, de 29 años, se enfrenta a un cargo de terrorismo, que puede llevar una condena máxima de cadena perpetua, de acuerdo con la querella dada a conocer por la fiscalía de Nueva York.
El atentado causó la muerte de ocho personas, cinco de ellas de nacionalidad argentina, así como 11 heridos. Las víctimas se produjeron cuando el ahora detenido atropelló a decenas de personas en un carril para bicicletas del suroeste de Manhattan.
Saipov fue detenido después de recibir un disparo de la policía, tras salir del vehículo que utilizó gritando en árabe "Alá es grande", y ahora está bajo vigilancia en un hospital de Nueva York.
La querella que fue difundida por la fiscalía federal del distrito sur de Nueva York, previa al acta de acusación formal, incluye pruebas que demuestran sus simpatías con el Estado Islámico (EI).
De acuerdo con el documento firmado por la agente especial del FBI Amber Tyree, Saipov "fue inspirado para cometer el ataque con la camioneta por videos del EI que dijo había bajado a su teléfono móvil".
El texto agrega que hace cerca de un año Saipov "comenzó a planear un ataque en Estados Unidos, y aproximadamente hace dos meses decidió usar una camioneta para causar el máximo daño contra civiles".
De hecho, el 22 de octubre alquiló una camioneta para familiarizarse con ella, y eligió el martes para su ataque porque creía que "habría más civiles en las calles" celebrando el tradicional desfile de Halloween.
Tras su llega a EE.UU.
En 2010, aterrizó en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York procedente de Uzbekistán y trabajó como camionero y conductor de Uber gracias a un visado que consiguió por sorteo, un sistema que el presidente Donald Trump pondrá fin tras el ataque.
Saipov vivió primero en Ohio, más tarde en Florida y finalmente en Nueva Jersey. Durante sus siete años en el país, había montado dos empresas de transporte comercial y había trabajado durante seis meses como conductor en Uber, realizando 1.400 viajes.
En Ohio, el presunto terrorista se dedicó a mejorar su inglés y a buscar trabajo, nunca salía de fiesta y su vida consistía en ir de casa al trabajo y del trabajo a casa.
Más tarde, se trasladó a Tampa (Florida), donde conoció a otro uzbeko, Kobiljon Matkarov, que explicó al diario The New York Post que el presunto terrorista era estimado por sus hijos porque siempre jugaba con ellos.
Trabajadores del hospital detallaron a The Daily News que el presunto autor de la masacre no estaba en absoluto conmocionado, sino que se le veía "feliz" y "realizado" e incluso hablaba y reía con total normalidad.
Uber aseguró que Saipov había superado los controles de antecedentes que realiza la empresa,y que tras estudiar su historial no identificó ningún incidente entre los 1.400 viajes que llevó a cabo como conductor.
Tras el atentado, la compañía lo vetó de su plataforma y se ha mostrado dispuesta a colaborar con las autoridades federales y estatales.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo no descarta retomar el uso de la cárcel de Guantánamo enviando allí al autor del atentado en Nueva York.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015