EFE | LA PATRIA | Redacción Internacional
La imparable propagación de la variante ómicron ha hecho vivir una segunda Nochevieja consecutiva con discotecas cerradas, controles en la calle, y emblemáticas celebraciones como las de Sidney o Nueva York empequeñecidas, y luctuosas en India, donde en una estampida perecieron 12 personas en un templo hindú de Jammu y Cachemira, norte de India.
Otros lugares célebres por sus acontecimientos como la plaza roja de Moscú cerraron al público para evitar concentraciones que propagasen el virus mientras Times Square en Nueva York achicaba aforo, inicialmente anunciado para un millón de asistentes.
También la Puerta del Sol de Madrid, de las pocas capitales en Europa que optó por mantener la celebración callejera, redujo a 7.000 el número de asistentes, muchos de ellos turistas internacionales.
En la cinematográfica ubicación neoyorquina el aforo fue limitado a 15.000 personas, con severos controles policiales de pruebas de vacunación y mascarilla.
En países como Marruecos fueron prohibidas las celebraciones sociales de bienvenida al nuevo año, con un toque de queda desde medianoche, lo mismo que en la capital india, donde sus 20 millones de habitantes festejaron el Año Nuevo en sus hogares.
Como cada 1 de enero, los ciudadanos de la nación insular de Kiribati, en el Pacífico Sur, fueron los primeros en recibir el nuevo año, seguidos de los habitantes de Tokelau, perteneciente a Nueva Zelanda, y Samoa.
Los más de 110.000 habitantes de Kiribati entraron en el 1 de enero a las 10.00 GMT del 31 de diciembre y poco después su vecinos australianos pudieron festejarlo gracias al éxito de la campaña de vacunación, que ha traído su nueva normalidad con los tradicionales espectáculos de fuegos artificiales sobre el puente de la bahía de Sídney y la Casa de la Ópera.
Sus vecinos en Nueva Zelanda si que vieron como las autoridades y organizadores cancelaban todas las celebraciones masivas programadas.
China que ha registrado el mayor incremento de contagios desde el inicio de la pandemia confinó Xian y mantuvo la precaución en las grandes ciudades con un puente de tres días a y a la espera del Nuevo Año lunar.
Japón cerró el año con celebraciones en familia y sin que por segundo año consecutivo los emperadores saludarán desde el balcón del Palacio Imperial.
La variante ómicron puso también el freno a las celebraciones en países del Sudeste Asiático, como Tailandia o Vietnam, mientras Birmania sigue cerrada por el golpe militar y Filipinas de luto por el desastre causado por el tifón Rai.
Turquía no puso restricciones, salvo la inevitable mascarilla, mientras Marruecos si que prohibió la celebración de Nochevieja.
Portugal, Grecia o Italia estuvieron entre los más madrugadores en la cancelación de eventos mientras Países Bajos continuaba sumido en un “confinamiento” por el que toda la actividad no esencial permanece cerrada.
París canceló los eventos lo que dejó la "Ciudad de la luz" en la oscuridad, algo que Londres evitó con pirotecnia sobre el Támesis mientras en Alemania transcurrió la velada a medio gas, al igual que en los países nórdicos con celebraciones marcadas por las llamadas a la prudencia.
Brasil vivió una celebración del año nuevo con moderación y sin su tradicional pomposidad.
Los peruanos no pudieron ir a la playa a festejar la Nochevieja y dar la bienvenida al verano como es tradicional, debido al toque de queda, mientras en Ecuador si fueron toleradas las tradicionales quemas de monigotes.
Centroamérica despidió 2021 sin mayores restricciones por la covid-19 como Paraguay que no sancionó restricciones, pese a su escasez de vacunas.
Mientras Puerto Rico apostó por el formato virtual de los eventos República Dominicana permitió multitud de fiestas, pero no las multitudinarias despedidas en el malecón de Santo Domingo.
La Nochevieja en Colombia se caracterizó por los encuentros familiares y amigos, pero sin eventos masivos o espectáculos de fuegos artificiales.
Argentina apostó por no imponer grandes restricciones pero evitando las grandes celebraciones mientras en México el emblemático Zócalo capitalino acogió el jueves a sus últimos visitantes en la llamada Verbena Navideña.
El Distrito Federal vio cancelado el concierto programado en el céntrico Paseo de la Reforma.
El Gobierno venezolano mantuvo la flexibilización "amplia" de las medidas de prevención de cara a las celebraciones de fin de año, tanto familiares como públicas y multitudinarias, al considerar que los contagios están controlados.
Haití cerró 2021 sin celebraciones tras uno de sus años más trágicos, marcado por el asesinato del presidente Jovenel Moise y el terremoto que dejó en ruinas el sur del país.
Y Cuba lo celebró con pocos lujos, mucha música, sin restricciones por la covid-19 dado que el cambio de año, da paso a la celebración del aniversario del triunfo de la revolución, acaecido el 1 de enero de 1959 con la entrada de Castro en La Habana.
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