
LA PATRIA | COLPRENSA
El 13 de noviembre de 1985 la erupción del volcán Nevado del Ruiz produjo una catástrofe sin precedentes en Colombia: más de 20 mil personas del municipio tolimense de Armero murieron. Nueve meses después, sobre ese campo santo, el Papa Juan Pablo II se arrodilló para pedir por el alma de esas víctimas que perecieron. Y justo después de 29 años y cuatro meses, la fe católica de los colombianos se reavivó gracias a la carta evidenciada ayer por los medios de comunicación en la que se anunció la visita del Papa Francisco a Colombia
Es verdad que líderes políticos y religiosos del país gestionaron este momento histórico. El presidente Juan Manuel Santos envió una carta al máximo jerarca de la Iglesia Católica y otros servidores del episcopado, así como el cardenal Rubén Salazar, intentaron acercamientos. Sin embargo, la coyuntura perfecta para la visita del máximo líder de la Iglesia a Colombia se dará el próximo año más como fruto del paso del actual Papa por varios países de Latinoamérica.
Desde el punto de vista de monseñor Darío Gómez Zuluaga, rector de la Universidad Católica de Oriente: “lo que mueve al Papa a venir a Colombia no es una política específica, no es apoyar un Estado colombiano ni una política pública de un gobierno determinado, sino que es una misión puramente apostólica, espiritual y pastoral. La Iglesia sabe muy bien que cuando el Papa habla eso también tiene incidencia pública, más que en la política”.
Una claridade que hace la misiva enviada desde el Vaticano es que su visita: “no tiene intereses políticos de ninguna índole, su apoyo es hacia la paz en todos sus aspectos”. Sin embargo, este acto, en medio de los diálogos de paz de La Habana (Cuba) que se iniciaron a finales del 2012, se convertirá en un espaldarazo para el proceso que se viene adelantando.
Esta no es la primera vez que se toca el tema de la paz en el Vaticano. En reiteradas ocasiones, altas esferas de la Iglesia Católica, incluyendo al Papa Francisco, han señalado la importancia del fin del conflicto en nuestro país, una reconciliación entre los actores inmiscuidos y una reparación justa con las víctimas., de hecho, “el Papa quiere la paz y trabaja por la paz”, señaló el nuncio apostólico para Colombia Ettore Balestrero.
Que el Papa Francisco llegue a Colombia puede significar una refrendación de los acuerdos que se buscan para acabar con la guerra que ha desangrado al país en cinco décadas, máxime cuando se han enfilado los esfuerzos para que se llegue a un acuerdo final en el 2015.
“Es el afianzamiento del proceso de paz que se está trabajando en el país, fortalecer el sentido de la búsqueda del bien, de la equidad, de la prosperidad, de la justicia, de la verdad en todo sentido. Puede afianzar todos esos puntos que llaman al momento del perdón y la reconciliación. Particularmente, el Papa ha declarado el año 2016 como el año de la misericordia, para Colombia es un punto fundamental porque es la oportunidad entonces de practicar la misericordia en todos los niveles”, señaló el presbítero Julio Jairo Ceballos, rector de la Universidad Pontificia Bolivariana.
En ese mismo sentido, para monseñor Fidel Cadavid, Obispo de la Diócesis Sonsón Rionegro, el anuncio del Pontífice invita a climatizar los corazones de los colombianos para el eventual acuerdo que se está buscando entre el Estado y la guerrilla. “Fortalecer por una parte la idea de una salida negociada al conflicto, una opción que los colombianos tenemos que desear y colaborar para la paz. Tenemos que vencer muchos sentimientos de odio”, precisó el Prelado.
Sin embargo, más allá de la visita por el proceso de paz, la Iglesia ha hecho referencia a que el viaje del Papá servirá para alimentar el espíritu de los colombianos, recargarlos de fe e invitar a reforzar los lazos de unidad entre todos los colombianos: “este no solo será el apoyo a una firma de paz de papeles. El Papa Francisco, seguramente, nos va a recordar a todos que la paz no es, simplemente, una ausencia de violencia sino una apertura de corazones. Es aceptar que existe un más allá y un Dios de todos”, expresó Monseñor Noel Londoño, obispo de la Diócesis de Jericó.
¿Qué otros Papas nos han visitado?
El primer Papa de la Iglesia Católica en pisar el suelo colombiano fue Pablo VI, quién en 1968 estuvo en una visita de tres días en Bogotá. Luego de su estadía se construyó uno de los barrios más populares de la capital en su nombre.
Juan Pablo II, el “Papa viajero” arribó 18 años después a Colombia (1986). Estuvo en 10 ciudades durante siete días que fueron conocidos como los Días blancos.
Bergoglio ya conocía a Colombia
El café fuerte y el verde de la tierra colombiana son las cosas que más le gustan al Papa Francisco de nuestro país. En diferentes visitas a la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam) con sede en Bogotá, el miembro de la comunidad Jesuita pisó el suelo colombiano como obispo y arzobispo de Buenos Aires.
¿Qué piensan los líderes espirituales sobre la llegada del Papa a Colombia?
“Agradecimiento: es muy importante que estemos en la agenda del Santo Padre. Alegría: cuántas comunidades hay en el mundo añorando que el Papa los visite. Compromiso: para que seamos capaces de que su palabra la convirtamos en vida y en práctica cotidiana y que no se nos quede solo en discursos y mensajes”, monseñor Darío Gómez.
“(El Papa Francisco y el Papa Juan Pablo II) Tienen mucho en común: la misma fe cristiana, su servicio como sucesores de Pedro, la misma misión, la misma doctrina y su gran capacidad de comunicación con el pueblo. Lo que hoy está viviendo el mundo con el entusiasmo del Papa Francisco se vivió también con el Papa Juan Pablo II cuando empezaba su ministerio”, Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín.
“Todavía no se sabe si va o no va a determinados lugares, pero lo importante es que estamos seguros de que va a venir porque acepta la invitación que le hicimos, que hizo también el Estado, y todos los colombianos que visitan el Vaticano y lo invitan a venir al país”, residente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro.
“El hecho de que se anuncie, pero que puede ser incluido en un próximo viaje a Latinoamérica a mí me parece muy importante, porque la presencia del Papa es un mensaje grande que en el momento en que vive Colombia puede ser muy determinante afianzar el proceso que se lleva de diálogos, aclimatar la paz que necesitamos, me parece que su mensaje puede ser muy oportuno y por lo tanto nos alegra que sea posible su venida a nuestro país”, obispo Fidel Cadavid.
“Es un signo muy grande del aprecio que el Papa tiene no solo por América Latina sino por Colombia. Por el camino de paz que se estamos caminando, no solo desde el Estado sino desde la Iglesia y de la sociedad", monseñor Noel Londoño.
“Es coherente con el principio pastoral del Papa de acercarse a las periferias y venir a saludar a las personas que muchas no podrán ir a Roma a saludarlo, poder estar cerca de ellos y enunciar en primera persona su evangelio de la misericordia”, Euclides Eslava, sacerdote y teólogo.
Los ocho viajes del Papa Francisco
- Río de Janeiro, Brasil- 22 al 29 de julio del 2013
- Tierra Santa: Jordania, Israel, Palestina- 24 al 26 de mayo del 2014
- Daejeon y Seúl, Corea del Sur- 13 al 18 de agosto del 2014
- Tirana, Albania- 21 de septiembre del 2014
- Estrasburgo, Francia- 25 de noviembre del 2014
- Ankara y Estambul, Turquía- 28 al 30 de noviembre del 2014
- Filipinas, Sri Lanka- 12 al 19 de enero del 2015
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