Han pasado ocho años (2006-2014) de los dos gobiernos del mandatario izquierdista Evo Morales, y comienza este miércoles el último de su segundo periodo, considerado por analistas, el gobierno y políticos como clave, por ser un año electoral que definirá el rumbo del cambio que encabeza el líder indígena.
Para este objetivo, el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y el gobierno definieron estructurar una estrategia que pasa por fortalecer un gabinete altamente político que efectúe campaña con la gestión gubernamental, una Asamblea con legisladores que difundan los logros en sus regiones, y los movimientos sociales que trabajen en la campaña.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, y la vicepresidenta del Senado, Nélida Sifuntes, coincidieron, por separado, que el objetivo de este último año de gobierno está ligado a las elecciones, y con el objetivo de lograr los dos tercios para consolidar la Agenda Patriótica hacia el 2025, que plantea el proceso de cambio.
En estos cuatro años del nuevo Estado Plurinacional, el gobierno de Morales profundizó la política de inclusión, equidad de género, impulso de la industrialización y era espacial, e ingresa este 2014 a una etapa electoral definitoria para consolidar o trucar este proceso de cambio, denominado "revolución democrática cultural".
La ministra de Comunicación, Amada Dávila, anunció que antes del 22 de enero todos los ministros del gabinete del presidente Evo Morales presentarán su renuncia colectiva.
Explicó que cada año los 20 ministros colocan sus cargos a disposición del primer mandatario, toda vez que es una atribución privativa del dignatario la selección de las personas que lo acompañarán en la gestión.
Gabinete político
Por su parte, el analista político Hugo Moldiz consideró que para encarar este año lógicamente el MAS perfilará un gabinete político que llegue al pueblo.
A su vez, el politólogo Carlos Cordero dijo que no hay duda de que el nuevo gabinete de Morales será "altamente político electoral", y que para ello utilizarán toda su estructura estatal, gubernamental y recursos para conseguir una victoria holgada que dependerá de la estrategia de la oposición en los comicios generales.
En el gabinete de ministros, muchos han reconocido que su ciclo ha concluido y que es hora de dar un paso al costado para que nueva gente estratega encare la última parte del segundo gobierno de Morales.
En toda estructura política, económica y social, existen miembros decanos, comodines y hasta casi insustituibles por su trabajo influyente, estratégico y de aporte al proyecto de cambio del mandatario Evo Morales, y más aún los precisará en el año electoral que es crucial para las aspiraciones políticas del MAS, según el analista Moldiz.
Al parecer, el mandatario Evo Morales tiene al menos seis ministros que en más de una oportunidad le han demostrado su lealtad y capacidad política para ganarse un lugar en su gabinete.
Se trata de los ministros de Economía, Luis Arce; de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca; de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; de Gobierno, Carlos Romero; de Defensa, Rubén Saavedra, y de Transparencia, Nardy Suxo.
El propio mandatario Morales reconoció que estos ministros son los mejores de su gabinete y, por tanto, siempre recibirán ataques para buscar desgastar su imagen.
El gran mérito del canciller Choquehuanca es el haber posesionado la imagen de Bolivia y del mandatario aimara en el contexto internacional, con poco perfil, pero grandes logros, como reconocimientos internacionales y en esta última etapa por presidir en 2014 al G77 más China, cuya cumbre se realizará en Santa Cruz.
Gestiones
Morales llevó adelante cumbres en Bolivia con resultados visibles. También acompañó gestiones para hacer reconocer por la ONU a la Madre Tierra como derecho humano, la apuesta internacional por la quinua, un importante acercamiento con Chile que se desinfló en la última etapa, el respeto de los países a la soberanía y dignidad de Bolivia respecto a Estados Unidos, y la victoria de la despenalización del acullico de coca.
El ministro de Economía consiguió demostrar la capacidad de Bolivia en el manejo de la macroeconomía con altos indicadores, como lo reconoce el analista Hugo Moldiz, quien dijo que el gobierno de Morales supo enfrentar la crisis internacional con solvencia.
En tanto que el ministro Quintana, además de asesor directo de Morales, consiguió avanzar la política del MAS a las regiones amazónicas de Beni (noreste) y Pando (norte), que eran consideradas fincas de algunas familias que se habían apoderado de estas regiones.
Suxo también tuvo que lidiar, aunque como brazo político, con los casos de corrupción que le valieron más de una crítica y ataques que llegaron hasta su familia.
En tanto, el ministro Saavedra trabajó desde Defensa por cambiar la imagen de las Fuerzas Armadas, luego de encaminar la Dirección Marítima y posteriormente retornar a Defensa, desde donde opera para tener a las Fuerzas Armadas en sumisión al gobierno del presidente Morales.
El ministro de Gobierno ha sido estratégico en las políticas gubernamentales, y se ha constituido en un personaje muy hábil políticamente para desenvolverse en cualquier cartera de Estado.
La apuesta
El gobierno de Morales, en su último año del segundo período, se juega el futuro de la aspiración centenaria boliviana de retorna al mar con un proceso a Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015