Miriam Burgués
EFE | LA PATRIA | Washington
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, juró ayer oficialmente el cargo para un segundo mandato que concluirá en enero de 2017 acompañado de su mujer y sus hijas en una breve ceremonia en la Casa Blanca, previa a la investidura pública y multitudinaria de hoy.
Obama, de 51 años, usó para el juramento ante el magistrado John Roberts, presidente del Tribunal Supremo de EE.UU., una Biblia propiedad de la familia de su mujer, Michelle, en un acto formal que fue televisado.
Tras el juramento, que duró apenas un minuto y en el que se comprometió a "defender la Constitución de Estados Unidos", el presidente besó a su esposa y a sus hijas, Malia y Sasha.
"Buen trabajo, papá", susurró Sasha, a lo que el mandatario respondió sonriendo: "Lo conseguí".
Obama dio las gracias al juez Roberts y al reducido grupo de invitados a la ceremonia, entre ellos su hermana, Maya Soetoro-ng, la madre y el hermano de Michelle, Marian y Craig Robinson, y varios periodistas.
La primera dama, que acaba de cumplir 49 años y ha estrenado look esta semana con un flequillo muy favorecedor, y Malia, de 14, llevaban vestidos en tonos azules, mientras que el de Sasha, de 11, era de color rosa.
La Biblia usada ayer para jurar el cargo procede de Chicago y fue un regalo del padre de Michelle, Fraser Robinson III, a su madre, LaVaughn Delores Robinson, en 1958, según el Comité para la Investidura Presidencial (PIC, por su sigla en inglés).
LaVaughn Delores Robinson, la difunta abuela de Michelle, fue la primera persona afroamericana en dirigir la librería del Instituto Moody Bible de Chicago, ciudad donde nació en 1915.
Por el segundo
La ceremonia se realizó en el Salón Azul, usado normalmente para recepciones y lugar de la única boda presidencial celebrada en la Casa Blanca, la del mandatario Grover Cleveland en 1886.
Antes que Obama, el último presidente en jurar su cargo dos veces, una de ellas un domingo en la Casa Blanca y la otra en la ceremonia pública un día después, fue Ronald Reagan en 1985 al iniciar su segundo mandato.
De acuerdo con la Constitución, el segundo mandato de Obama comienza automáticamente al mediodía de ayer, pero las celebraciones y la ceremonia pública de juramento frente al Capitolio se han trasladado para hoy.
Frente al Capitolio Obama volverá a jurar el cargo, esta vez con dos ejemplares de la Biblia, uno usado hace 150 años por Abraham Lincoln y otro que fue propiedad del activista afroamericano Martin Luther King Jr.
Al igual que hace cuatro años y que hoy, Obama será investido ante Roberts, quien en la ceremonia de 2009 invirtió algunas palabras del texto protocolario. Aunque rectificó, su error llevó al presidente a equivocarse cuando le tocó pronunciar el juramento.
Se espera que asistan unas 800.000 personas, un récord para una segunda investidura pero lejos de los casi dos millones que el 20 de enero de 2009 se congregaron en Washington para ser testigos del juramento histórico de Obama como el primer presidente negro del país.
Según ha adelantado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, Obama "se toma muy seriamente" la preparación de sus intervenciones en ocasiones especiales y está "muy agradecido" por la oportunidad que le han dado los estadounidenses de volver a pronunciar un discurso de investidura.
Dos miradas
LA PATRIA consultó a dos expertos para saber qué retos afrontará Obama en este nuevo periodo y qué puede esperar Colombia de él.
Álvaro Turriago Hoyos,profesor de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de la Sabana
Estamos hablando de la más grande economía del mundo, que al empezar a ser superada por China, perderá innegablemente liderazgo económico, político, militar y moral. Estados Unidos ha estado sumergido en una crisis económica desde prácticamente los años 80. Los retos para Obama, evidentemente, son enormes y reclaman de él salidas novedosas y ante todo un liderazgo fuerte, no solo dentro de su país, sino también ante el resto del mundo.
Esta función de liderazgo se debe expresar, por ejemplo, en conciliar intereses diversos tanto a nivel doméstico como a nivel internacional, proponiendo salidas novedosas y benéficas para todos. La superación de estas dificultades hará que el gobierno de Obama pase buena parte del tiempo conciliando diferencias entre grupos como los republicanos, los demócratas, la Asociación Nacional del Rifle, los sindicatos, las asociaciones de consumidores, los gremios de la producción y también actuando con grupos foráneos como la Unión Económica Europea, los países musulmanes, organizaciones como Green Peace y la OPEP, entre otros.
Podemos sintetizar que en lo económico todo se remonta a un problema de coyuntura de la economía norteamericana, que inicia prácticamente desde la finalización de la Guerra de Vietnam, se trata del llamado doble déficit ⎯Twin Déficit⎯ , el fiscal y el de comercio exterior. Ambos deben resolverse.
El déficit fiscal invita a revisar y a tomar medidas en el frente del endeudamiento. La reciente discusión sobre el llamado abismo fiscal no es otra cosa que una convocatoria a revisar los límites del endeudamiento del gobierno. Pero esta reflexión sobre los niveles de endeudamiento también debe llevarse a las unidades familiares y a las empresas, que presentan los mayores niveles de deuda a nivel mundial.
La superación del déficit comercial llevará sin duda alguna a mayores devaluaciones del dólar con todo lo que esto implica para quienes sean poseedores de patrimonio en esta moneda. El fortalecimiento de la competitividad de las exportaciones americanas, derivado de esta devaluación del dólar, hará que los demás países revisemos nuestras políticas comerciales frente a Estados Unidos. Finalmente, en el frente económico, la política monetaria que ha practicado el Federal Reserve, de bajas tasas de interés, tendrá que ser modificada, pues de lo contrario se afectará el poder adquisitivo del dólar.
En el frente social los problemas son múltiples también, el primero de ellos, derivado del mal desempeño económico es la superación del alto nivel de desempleo.
Los de índole política son cada día nuevas y variopintas. Así, por ejemplo, Obama debe aplicarse al cese definitivo de la participación militar en acciones que han desangrado su sociedad y su economía como la guerra de Afganistán; definir claramente cómo enfrentará el polvorín e inminente conflicto entre Irán e Israel.
Considerar su postura ante las intimidantes actuaciones de Corea del Norte. Cómo manejarse ante el surgimiento económico, político y militar de China, India y Brasil. Qué postura asumir ante la crisis socioeconómica de la zona Euro. Su posición militar ante los brotes de violencia de Al-Qaeda en África, por ejemplo, en Malí, Argelia, Marruecos y Libia. Su postura ante la evolución política de Venezuela y Cuba, así como el cariz que tomen las diferencias limítrofes entre Colombia y Nicaragua.
¿Y Colombia?
Las expectativas de Colombia seguirán siendo las mismas, en el sentido de que esperamos seguir impulsando nuestra actividad comercial vía TLC, seguir contando con su apoyo en la lucha contra el narcotráfico y en conseguir mayores niveles de inversión extranjera.
*Rodrigo Santofimio, docente departamento de Antropología y sociología Universidad de Caldas
Los retos que aspira asumir el presidente Obama tienen que ver con la reducción del déficit fiscal y comercial de los EE.UU., lo que sin duda pone en riesgo la principal economía del mundo.
El déficit fiscal produce una moneda comparativamente sobrevalorada al interior de la economía norteamericana, y el déficit comercial pone en riesgo los intercambios comerciales, particularmente con su rival, la China.
De otro lado, otro reto tiene que ver con la insistencia del presidente Obama con la ley inmigratoria que posiblemente permita la legalización de la condición de gran parte de los inmigrantes indocumentados, de origen latino; el otro frente tiene que ver con sacar adelante la finalización de la intervención en Afganistán, como lo he venido proponiendo y también la reducción del ejército, en particular, la infantería, para acentuar, en su defecto, en la inversión en tecnología militar de última generación, más precisa y menos costosa en hombres.
¿Y Colombia?
Finalmente, para el caso de Colombia, Obama insistirá en ahondar en la implementación del Tratado de Libre Comercio, y sin duda, más que la incidencia en el conflicto interno, estilo Plan Colombia, esta incidencia obrará más en el sentido de su apoyo al proceso de paz que se discute en la Habana.
También posiblemente sea un aliado y preste cierta atención a la discusión de una estrategia menos reactiva o punitiva al tema de las lucha contra las drogas, que se viene planteando en los foros, y desde algunos gobiernos de América latina, sobre el cambio de perspectiva para enfrentar el tema.
En ese caso, Colombia pudiera comprometer a Estados Unidos y, al Presidente Obama en un cambio algo radical de su postura clásica antidrogas.
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