
EFE|LA PATRIA|MÉXICO
El presidente mexicano, Felipe Calderón, defendió ayer su estrategia en la lucha contra el crimen organizado frente a la "ambición desmedida de los delincuentes" y la "omisión negligente, miedosa y a veces cómplice de gobernantes".
En un mensaje público, Calderón anunció que desde que asumió el poder, el 1 de diciembre del 2006, 22 de los 37 delincuentes más buscados en una lista hecha en el 2009 han sido capturados o han muerto, y unos 200 cabecillas regionales han sido arrestados.
"Cuando asumí la Presidencia (...) muchas autoridades locales estaban rebasadas por los grupos criminales, y en algunos casos (estos) prácticamente se habían hecho con el control de comunidades enteras", afirmó.
El jefe del Estado mexicano dio a conocer estas conclusiones durante un discurso que pareció ser un balance final de su mandato, que termina el 1 de diciembre próximo, ante miles de personas reunidas en el Auditorio Nacional de esta capital.
Así lo hizo, según anotó al comienzo de su mensaje, porque a partir del 30 de marzo las leyes mexicanas no le permiten dar cuenta de los éxitos de su gestión para no inferir en la campaña electoral que culminará con los comicios del 1 de julio próximo.
En su discurso, de 101 minutos, 20 minutos más largo que su último informe anual, dado el 2 de septiembre, insistió en defender la intervención del Ejército y la Policía Federal en la lucha contra el crimen organizado.
Hubo esa intervención porque "el Gobierno no se metía con los criminales y crecieron a placer en todo el país", añadió el presidente, quien no precisó a qué administración se refería, aunque en el 2006 sucedió a Vicente Fox, de su mismo partido.
Desde que asumió el poder, cerca de 50 mil personas han muerto por la violencia generada por los carteles de la droga y bandas criminales que actúan amparadas en la situación de inseguridad que prevalece en el país. "La intervención no generó la violencia, es la violencia lo que generó que interviniera el Gobierno", agregó Calderón.
Si no se hubiera dado esa intervención, "quizás una parte del territorio nacional estaría dominada por capos (del narcotráfico) de un signo u otro, no habría paz ni tranquilidad", aseveró.
Tres principios
Recordó que su estrategia para luchar contra el crimen organizado se basa en tres pilares: combatir a la delincuencia, depurar y fortalecer las leyes y las instituciones policiales y judiciales, y "reconstruir el tejido social" para evitar las causas que fuerzan a los mexicanos a sumarse a las acciones de los grupos criminales.
Los principales candidatos presidenciales que compiten para los comicios del 1 de julio no han dado alternativas ante la estrategia de Calderón, incluyendo la intervención de las Fuerzas Armadas, pero sí han expresado la necesidad de fortalecer los cuerpos policiales.
El gobernante mexicano, en su mensaje, apoyado con imágenes y datos de sus éxitos, dijo que gracias a su lucha contra el crimen organizado el presidente que lo suceda no se encontrará "una sociedad arrodillada ante los criminales".
"La lucha que los mexicanos estamos realizando en la seguridad es una lucha larga, pero es una semilla que hemos sembrado, la semilla de un México más seguro y más justo, que es la base del Estado de derecho al que aspiramos", agregó.
Calderón dijo que cuando asumió el poder se encontró cuerpos policiales "que no estaban cumpliendo con su misión fundamental", que es la de garantizar la seguridad de los ciudadanos.
"Había muchos policías garantizando la tranquilidad, pero de los criminales", señaló el presidente, quien insiste en que las policías de cada estado o de cada municipio cumplan con los requisitos oficiales para garantizar su honradez.
"Del total de los delitos, más del 90 % deben ser atendidos por autoridades locales, y por eso estamos impulsando, exigiendo y apoyando a las entidades federativas para que depuren y profesionalicen sus instituciones de seguridad", añadió.
Agentes policiales mexicanos encontraron ayer los cadáveres decapitados y desmembrados de cinco personas, en un asesinato múltiple que se atribuyó un grupo del crimen organizado, informaron fuentes oficiales.
Los cuerpos fueron hallados en la colonia 10 de Abril de esta ciudad, capital del estado noroccidental de Sinaloa, después de que la Policía estatal recibió una llamada alertando sobre la existencia de las víctimas.
Los cadáveres estaban decapitados y las extremidades amputadas puestas al lado de los cuerpos, informó a Efe una fuente policial.
También se encontró una manta firmada por "Z 40" en la que se lanzan amenazas contra el Cártel de Sinaloa, dirigido por Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Las autoridades mexicanas identifican a "Z 40" como Miguel Ángel Treviño, el segundo en mando del grupo "Los Zetas", uno de los cárteles más crueles de México y que destaca por la saña con la que trata a sus víctimas.
Los restos humanos fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense, pero aún no han sido identificadas las víctimas, que, al parecer, fueron secuestradas el pasado domingo en esta ciudad.
La violencia que generan las organizaciones criminales de México ha causado cerca de 50.000 muertos desde que asumió el poder el presidente Felipe Calderón, el 1 de diciembre del 2006.
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