Pakistán venga la matanza en templo sufí

Jaime León

Efe | LA PATRIA | Islamabad

Pakistán lanzó una operación antiterrorista en la que asegura haber matado a cerca de 100 supuestos insurgentes, un día después del atentado suicida contra un templo sufí en el que murieron 83 personas.

Las operaciones comenzaron de madrugada, horas después de que un suicida hizo explotar las bombas que portaba en el templo sufí Lal Shahbaz Qalandar, en la provincia meridional de Sindh, cuando un gran número de fieles celebraba una ceremonia religiosa.

La matanza fue reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que ya en el pasado asumió acciones terroristas en suelo paquistaní.

Tras el ataque, el jefe del Ejército paquistaní, Javed Bajwa, juró venganza. "Cada gota de sangre de la nación será vengada inmediatamente", afirmó el militar.

Durante la jornada de ayer llegaron informaciones de supuestos terroristas abatidos a lo largo del país.

El director de la oficina de comunicación del Ejército (ISPR), Asif Ghafoor, indicó que las operaciones continúan y que han confiscado cantidades de armamento "considerables".

Entre los objetivos se encontraban refugios insurgentes en la frontera afgano-paquistaní, pero los militares no ofrecieron más detalles acerca de dónde se llevaron a cabo las operaciones o quiénes son los muertos.

A 83 ascendió el número de fallecidos en el ataque al templo sufí, mientras que de los 343 heridos 76 siguen hospitalizados. Este fue el sexto ataque de esta semana en Pakistán, en un repunte de la violencia que se produce tras una disminución de las acciones desde que a inicios del 2014 las autoridades lanzaran una operación militar en las zonas tribales, que continúa en la actualidad, y que había envuelto al país en cierto optimismo tras una década de continuos atentados.