LA PATRIA | MANIZALES
“Daniel Ortega utilizará de manera recurrente las tensiones con Colombia para asentar su predominio político en Nicaragua hasta el día que factores domésticos relativicen la capacidad de manipulación sobre la sociedad nicaragüense y que los factores externos contrarresten sus pretensiones”.
Así se refiere Benjamín Herrera Chávez, magíster en política internacional, al futuro de la disputa ante La Haya entre Colombia y Nicaragua, tras la reforma a la Constitución que la mayoría sandinista en la Asamblea Nacional de ese país aprobó y que otorga más poder al presidente, Daniel Ortega, y lo habilita para presentarse indefinidamente a la reelección.
Añadió que en ausencia de una capacidad de imponerse por la fuerza, recurrirá a la Corte de la Haya como forma de legitimación de sus reivindicaciones en el conflicto con nuestra nación.
La reforma fue aprobada con 64 votos en favor, 25 en contra y ninguna abstención. La modificación constitucional establece la reelección presidencial indefinida, la posibilidad de elegir al presidente en primera vuelta y con mayoría simple de votos, y faculta al jefe del Estado a emitir decretos ejecutivos con fuerza de ley, entre otros.
Ortega fue reelegido en el 2011 para su tercer mandato y segundo consecutivo con un 62,45% de los votos tras una cuestionada candidatura y una jornada electoral plagada de denuncias de irregularidades.
José Ángel Hernández, profesor del departamento de historia y estudios socioculturales de la U. de la Sabana, dijo que la reforma de la Carta Magna también consigna los nuevos límites fronterizos con Colombia que decidió la corte de La Haya.
“Que el partido consiga el 35% de los votos garantiza la perpetuación de Ortega. En cuanto a Colombia, con un gobierno de tinte liberal y uno populista de izquierdas en Managua, el enfrentamiento en los foros internacionales y regionales está casi garantizado”.
En Nicaragua, según el diario La Prensa, la oposición, miembros de la sociedad civil, la Iglesia católica y gran parte de las iglesias evangélicas indican que los cambios constitucionales no son necesarios porque están encaminadas a la concentración de un poder absoluto.
La reelección se puso de moda en Latinoamérica. El año pasado, en Bolivia, el Senado aprobó la Ley de Aplicación Normativa, que le permitirá al actual presidente, Evo Morales, presentarse a las elecciones presidenciales de diciembre de este año, en las que, de ser reelegido, se convertiría en el mandatario que más tiempo ha gobernado el país andino.
La oposición boliviana sostiene que una tercera candidatura de Morales sería inconstitucional, ya que la Carta Magna establece que el presidente puede ser reelegido "por una sola vez de manera seguida".
En Colombia, el mandatario Juan Manuel Santos le apuesta a la reelección, como lo hizo su antecesor Álvaro Uribe Vélez.
Benjamín Herrera Chaves, magíster en política internacional, considera que seis años sería un periodo óptimo para un mandato presidencial, sin reelección y con las debidas medidas de control de los otros poderes públicos y el de la sociedad.
Iván Garzón Vallejo, director ciencias políticas de la Universidad de La Sabana, expresa que la duración de los períodos depende de la tradición política y constitucional de cada Estado. Es muy importante evitar la modificación, sobre todo la extensión, de un período mientras el gobernante esté en ejercicio, pues una elección implica ante todo un mandato popular, y es ilegítimo extender ese mandato más allá de lo decidido inicialmente por los ciudadanos.
Y José Ángel Hernández, profesor del departamento de historia y estudios socioculturales de la U. de la Sabana, cree que lo usual son cuatro años.
- Cinco mandatarios de Latinoamérica cumplen más de un periodo presidencial: Daniel Ortega en Nicaragua (reelegido en 2011), Evo Morales en Bolivia (reelecto en 2009 y le aprobaron su candidatura para este año), Rafael Correa en Ecuador (reelecto en 2009 y 2013), Cristina Fernández en Argentina (reelegida en 2011) y Raúl Castro en Cuba (ejerce desde 2006. Reelecto en febrero del 2013 por cinco años).
- En Brasil, Lula Da Silva estuvo dos periodos consecutivos.
- En Uruguay hay que esperar un periodo para poder aspirar a la reelección. Lo mismo ocurre en Chile.
- En Paraguay el Senado le dijo No a la reelección.
- El campeón de la reelección fue Hugo Chávez, con tres.
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