
EFE | LA PATRIA | GINEBRA
Naciones Unidas lanzó ayer su mayor plan humanitario a corto plazo al anunciar que necesita 1.500 millones de dólares para asistir en los próximos seis meses a cuatro millones de personas en Siria, entre ellas dos millones de desplazados internos a causa de la guerra, y a un millón de refugiados en países vecinos como Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía.
La ONU revisa por tercera vez su Plan de Respuesta de Asistencia Humanitaria para Siria y, por cuarta, su Plan de Respuesta Regional para Siria. Radhouane Noucier, coordinador regional humanitario para Siria, manifestó que "es muy poco habitual que estos planes se revisen con tanta frecuencia" y señaló que estas revisiones "son indicativas de los rápidos acontecimientos sobre el terreno y del drástico deterioro de la situación humanitaria en ese país".
Dentro de Siria el plan engloba 61 proyectos en las 14 provincias del país, "que se centrarán de manera especial en intervenciones para salvar vidas y tendrán como objetivo ayudar a los desplazados, las familias de acogida y sus comunidades, y a los pobres, que sufren los efectos del conflicto", manifestó Noucier.
Las acciones de mayor urgencia tienen que ver con la asistencia alimentaria, la construcción de refugios e instalaciones sanitarias y de suministro de agua potable, los servicios médicos de urgencia y la entrega de material de primera necesidad como colchones, cocinas móviles, ropa y equipos de higiene personal.
Nutrición, lo más importante
David Kaatrud, director de Emergencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA), indicó que la principal preocupación es la nutrición, sobre todo con la llegada del frío invernal. En estos meses, señaló, resulta más complicado garantizar la aportación nutricional que precisan las personas en situación vulnerable y subrayó el problema adicional de la escasez de carburante, lo que "tiene efectos importantes en la alimentación, al no funcionar molinos ni panaderías, sobre todo en las ciudades".
El responsable del PMA destacó que la ONU y las agencias que colaboran con ella, así como diversas ONG, sigan teniendo acceso a la población civil en el interior de Siria, pero advirtió del riesgo de que estas circunstancias cambien.
"Actualmente afrontamos nuestra operación mes a mes y lo que pedimos ahora es una respuesta que nos permita tener instalaciones preparadas de antemano sobre el terreno que nos permitan responder a cualquier dinámica que pueda producirse", manifestó Kaartud.
Aún falta mucho
Noucier, el responsable de la ONU, también hizo hincapié en que la ayuda llega a Siria, pero "no en la escala en la que nos gustaría verlo", y en que sigue habiendo "muchos desafíos en materia de acceso, colaboración, financiación y obtención de combustible".
Aseguró que seguirán encontrado caminos creativos para llegar hasta los civiles sirios e insistió en que para ello son necesarias una reacción y una ampliación de la comunidad de donantes, especialmente de los países de la zona. "Hemos intentado ampliar la base de donantes, sobre todo en la región, donde hay países que tienen los medios, pero no hemos sido particularmente exitosos", lamentó Noucier.
María Calidis, directora en Oriente Medio y norte de África del Fondo de las Naciones Unidas para para la Infancia (Unicef), expresó su inquietud por el impacto que el conflicto tiene sobre los niños, ya que, según los cálculos de este organismo, el 50 % de civiles afectados son menores.
"En los próximos meses estaremos hablando de 2,5 millones de niños, dentro y fuera de Siria, cuyo futuro está en juego; de niños de menos de un año que están amenazados porque no son vacunados, de niños muy afectados por el trauma al que están expuestos", advirtió.
Calidis subrayó la importancia de la ayuda psicosocial para los niños y destacó que los menores sirios, al margen de su edad, tienen una preocupación común: la de cuándo volverán a la escuela.
La ONU subrayó que el conflicto, que comenzó en marzo de 2011, "es brutal e indiscriminado de manera creciente y se ha cobrado un fuerte peaje" en vidas y en situaciones dramáticas para los civiles.
Entre 20 y 40 muertos por atentado
Un atentado con carro bomba perpetrado cerca de la ciudad siria de Alepo provocó entre 20 y 40 muertes, la mayoría de combatientes rebeldes, según la oposición. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó en un comunicado que 21 personas fallecieron, entre ellas 15 insurgentes, pero dos activistas de Alepo consultados por Efe elevaron a 30 el número de fallecidos. El opositor Abu Mohamed al Halabi, portavoz de la brigada Deraa al Umma del Ejército Libre Sirio (ELS), explicó a Efe vía internet que el vehículo estalló cerca de un cuartel secundario de los rebeldes. La explosión causó también víctimas entre la población civil, según Al Halabi, que precisó que la mayoría de cadáveres ha quedado destrozada. Otros grupos de la oposición, como los Comités de Coordinación Local y la Comisión General de la Revolución Siria, aseguraron que al menos 40 personas murieron, tras el cual impactaron varios proyectiles en la zona.
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