EFE | LA PATRIA | San Salvador
La OEA anunció ayer que desplegó 75 observadores para la segunda ronda de los comicios presidenciales de mañana en El Salvador, 13 más que en la primera vuelta, y subrayó la tranquilidad que vive el país antes de esa jornada.
El jefe de la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de Estados Americanos (OEA), Gustavo Fernández, indicó que todos los observadores del organismo, que proceden de 22 países, están ya en sus puestos, en los 14 departamentos del país.
Mañana los salvadoreños están llamados de nuevo a las urnas para definir entre el oficialista Salvador Sánchez Cerén y el opositor Norman Quijano, los dos candidatos más votados el 2 de febrero, quién será su próximo presidente.
"El clima de tranquilidad que percibimos en la primera elección no se ha alterado en esta oportunidad, por lo que hemos visto hasta ahora, y esperamos que no vaya a ocurrir nada este próximo domingo (mañana)" que afecte el ambiente, agregó Fernández, excanciller boliviano.
El Gobierno salvadoreño ha aumentado de 6.500 a 11.500 el contingente de militares en apoyo a la Policía para patrullar en conjunto ante el incremento de la violencia en las últimas semanas, según anunció el martes el presidente Mauricio Funes.
Fernández destacó la capacitación y experiencia de los observadores electorales, que garantizan, afirmó, la "independencia" que quiere transmitir el organismo hemisférico en esta labor.
5.000 observadores nacionales e internacionales se han acreditado para la segunda vuelta electoral, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Lo que le espera al ganador
El nuevo presidente de El Salvador para un mandato de cinco años deberá afrontar un escenario de graves problemas económicos y de seguridad.
Los problemas en esos dos ámbitos van desde un bajo crecimiento económico hasta un alza en los asesinatos, según han admitido las propias autoridades, aparte de las dificultades en otras áreas.
Sin embargo, durante la campaña electoral, que terminó el miércoles, los dos candidatos presidenciales que se enfrentarán mañana "echaron los problemas del país bajo la alfombra", comentó el analista político Roberto Cañas.
Cañas coincidió con lo que señalaron diversos sectores a lo largo de la campaña, tanto para la primera como para la segunda vuelta, en el sentido de que los candidatos no abordaron los principales problemas del país.
La realidad es "como tuerca, que uno la evade, (pero) se le vuelve a presentar más complicada", por lo que los "problemas económicos (y) de seguridad hoy van a necesitar que se enfrenten", dijo Cañas a la cadena de televisión local Megavisión.
Las últimas encuestas de cara a la segunda vuelta, publicadas a mediados de febrero pasado, dieron una ventaja de entre 10 y 18 puntos a favor de Sánchez Cerén.
Sin embargo, Quijano sostiene que la tendencia ha cambiado a su favor, según sus últimos sondeos internos, que no se divulgan porque desde el 21 de febrero se prohíbe publicar encuestas.
Cañas enfatizó que se necesitará "la habilidad del gobernante" que sea elegido para "que pueda conquistar" a los diversos sectores y alcanzar un "acuerdo de país" para enfrentar los principales problemas.
Un crecimiento del 1,9%, un déficit fiscal superior al 4,2% y una deuda general del 56,2% del producto interior bruto en el 2013, según datos oficiales preliminares, son algunos aspectos del escenario económico que recibirá al próximo presidente salvadoreño.
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