EFE | LA PATRIA | Washington
El presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró que la reforma migratoria será una realidad antes de que su mandato concluya en enero de 2017 y reiteró que su objetivo es lograr que el Congreso la apruebe este año.
"Creo que se va a conseguir antes de que mi presidencia termine. Me gustaría lograrlo este año", dijo Obama.
Según el mandatario, lo más importante es presionar a los republicanos que se han negado hasta ahora a actuar en favor de la iniciativa.
El presidente, además, volvió a mostrarse reacio a adoptar medidas unilaterales para frenar las deportaciones de indocumentados hasta que se logre la reforma, algo que reclaman con insistencia muchos activistas, en su mayoría de la comunidad hispana.
Durante un breve discurso en Cambridge durante la conferencia de los demócratas de la Cámara de Representantes, Obama reiteró que una de sus prioridades legislativas para este año es la reforma migratoria.
"Hay que garantizar que tenemos una política de inmigración inteligente en este país que haga crecer nuestra economía, saque a la gente de las sombras y asegure que nuestros negocios prosperan. Esto tiene que ser una prioridad", afirmó.
Según el presidente, cuando se trata de la reforma migratoria, se debe recordar que hay personas detrás de las estadísticas, que hay vidas que están siendo afectadas, pues se calculan 11 millones de indocumentados que residen en EE.UU.
El retraso de la reforma
El presidente de Estados Unidos asegura que postergar la aprobación de esa reforma para los próximos dos o tres años es hace daño a muchas familias y a la economía nacional.
El Senado aprobó en junio pasado un proyecto de ley para una reforma migratoria que refuerza la seguridad fronteriza e incluye un camino a la ciudadanía para los indocumentados.
Los republicanos, que controlan la Cámara baja, presentaron a finales de enero sus principios para lograr esa reforma, que solo contemplan una garantía de ciudadanía para los jóvenes estudiantes o miembros de las Fuerzas Armadas que llegaron sin papeles a EE.UU. siendo niños.
Obama sugirió recientemente que podría aceptar un acuerdo sobre la reforma migratoria que no incluya una vía especial a la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados siempre y cuando, una vez legalizado su estatus, puedan optar a ella por los caminos usuales.
Pero el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, ha insinuado que será difícil aprobar la reforma migratoria este año, con el argumento de que uno de los grandes obstáculos es la "falta de confianza" en Obama entre sus colegas en el Congreso.
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